“Una familia será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente y hermano complaciente” (Confucio)
Por FerMan
En la actualidad se está librando una de las más grandes batallas culturales jamás vistas en la historia de la humanidad, donde se encuentra en peligro la existencia de la vida, la familia y las libertades fundamentales.
Hablar de esta lucha cultural no es sencillo, sobre todo cuando la gran mayoría de la gente no se encuentra informada de los acontecimientos que suceden a su derredor, o bien, no le interesa. No obstante, no podemos permanecer callados quienes, por la gracia de Dios, nos hemos dado cuenta de la manipulación que se está realizando por organismos internacionales para eliminar el orden previamente establecido por Dios conforme a la naturaleza de las personas.
En el pasado se hablaba de la “Nueva Era”, en la actualidad del “Globalismo”, que en síntesis viene siendo lo mismo, en este caso, el globalismo integra todas las ideologías que atentan contra la familia natural, contra la vida desde el momento de la concepción y contra las libertades fundamentales, en estos supuestos me estoy refiriendo a las ideologías del comunismo, feminismo radical, género, indigenismo, medio ambientalismo y abortismo, entre otras.
Cada una de estas ideologías corrompe la cultura de la civilización como la conocemos hasta el día de hoy, ya sea a través de nuevas palabras con significados equívocos, ya con nuevas teorías, o bien con falsas premisas, pero todas estas ideologías, concentradas en el globalismo y con el mismo objetivo, erradicar por completo de la faz de la tierra, los principios y valores cristianos.
Una de las estrategias que han utilizado los promotores de estas ideologías ha sido la tergiversación de los derechos humanos, los cuales han sido mal interpretados y en consecuencia, mal aplicados, con los resultados funestos que conocemos, cayendo en absurdos e ilegalidades.
No desconocemos que hablar de los derechos humanos es un tema muy amplio, sin embargo, es necesario aclarar su verdadero significado para entender la manipulación que se realiza de los mismos para obtener fines distintos de los que representan. En principio, debemos conocer la génesis de los derechos humanos, esto es, su origen; posteriormente hay que entender su axiología para consecuentemente poder distinguir aquellos derechos humanos sustanciales de los artificiales o ficticios.
Y sé que defender los verdaderos derechos humanos, al igual que decir la verdad en estos tiempos, es considerado un acto revolucionario, pero se debe asumir las consecuencias y exponerse a las críticas de aquellos que promulgan tan nefastas ideologías, pero a pesar de ello, asumo una obligación de conciencia exponer dicha situación y desenmascarar de una vez por todas a esos lobos vestidos con piel de oveja.
En futuras publicaciones, entre otros temas, trataré este de manera más específica, señalando el peligro que conlleva aplicar las enseñanzas de estas ideologías. Abordaré el origen de tan nocivas ideologías, sus promotores y así mismo, de algunas de ellas, su financiamiento y por supuesto, el error en que se basan sus argumentos.
Lo anterior no es nada fácil, debido a que incomodaré a todos aquellos que se creen defensores de derechos humanos pero que en realidad, defienden los antiderechos, esto es, los supuestos derechos humanos que no dignifican a la persona humana, sino todo lo contrario, la rebajan a poco menos que una bestia, la cosifican y la convierten en la nada.
Trataré de expresarlo, a través de la escritura, y lo más digerible posible, sin tecnicismos filosóficos elevados, a efecto de que se pueda comprender lo que se exponga. Aprovecho para desearles que este año 2022 esté lleno de bendiciones para todos los mexicanos y que nos permita seguir dando la lucha contra todo lo que atente en contra de la familia natural, la vida desde el momento de la concepción y de las libertades fundamentales. Que así sea.
“Fiat Justitiae, Péreat Mundus”.