EL CASCABEL

La mutación de la verdad en la prensa
Por Marco Antonio Gutiérrez Mendoza

Estimado lector, como cada quince días le saludo de la manera más afectuosa y es un placer que siga esta sección, le invito a la reflexión de la transmisión de la noticia. Como usted bien sabe vivimos en un mundo sumamente cambiante, en el Medio Oriente se da uno de los genocidios más mediatizados pero a la vez desinformados de la historia entre Palestina e Israel, hace unos días un fenómeno natural azota Valencia inundando en cuestión de minutos toda la ciudad y se conoció de él, gracias a los medios tradicionales pero de igual forma gracias a las redes sociales. Por último, y todo esto a manera de ejemplificar, la Presidenta Claudia Sheinbaum hereda, aunque pone su propio sello, a las ya conocidas mañaneras del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los tres ejemplos, más muchos otros, se les pueden considerar noticia o bien vehículos de noticias, lo cierto es que las tres son transmitidas por los medios de comunicación. En el mundo ideal los sucesos sólo cuentan con una verdad, en el caso de Valencia es innegable que fue golpeada por un fenómeno natural, más en los otros dos: las mañaneras de la Presidenta y el conflicto entre Palestina e Israel depende mucho de la óptica del narrador/periodista que lo cuenta.

Por ejemplo, para un sector de la prensa la mayoría de la información que sale de las conferencias mañaneras es mera manipulación mediática, un instrumento de manipular la opinión publica y cuando las realizaba el ex Presidente, un instrumento de bravuconería en muchos casos, por otro lado hay muchas personas que ven en las mañaneras un importante medio para enterarse del acontecer del país. La realidad es que en los hechos a nosotros como receptores de noticias nos toca recibir uno u otro canal, de hecho me quedo corto porque en la actualidad son muchos canales si sumamos las redes sociales.

El caso del conflicto en el Medio Oriente es similar, lo que ocurra y cómo sucede depende del medio por el que se comunique, por supuesto que los que estén con los intereses gubernamentales norteamericanos defenderán al gobierno Israelita, a pesar de que estos estén cometiendo asesinatos de niños de una manera masiva. Por otro lado, medios internacionales o la misma Internet es un sitio para dar cabida a la versión de lo acontecido en Palestina en el que literalmente la población está siendo linchada.

Con este breve análisis lo que quiero expresar es que la verdad es algo sumamente subjetivo, una cuestión filosófica, y depende la línea editorial del medio, los intereses que persigue o los convenios a los que debe reportar es la manera en la que va a informar. En el papel existe un código de ética que rige al periodismo y que toda persona que se jacte ser periodista debe seguir un principio de imparcialidad y respeto a los hechos, pero en la realidad históricamente nos encontramos con comunicadores que se venden al mejor postor y aún peor estos se tragan su propia historia y se mentalizan a que informan la verdad.

Hasta los años 90 del siglo pasado el evidenciar que un comunicador manejaba la verdad a su conveniencia u óptica era más complejo, existió un monopolio y luego duopolio que monopolizaba la verdad, lo que se decía el noticiario de Televisa era la verdad, lo que decía el noticiario local con el comunicador cercano al pueblo era la verdad. La ruptura de paradigma llega con la multiplicación de los canales de comunicación con la llegada del internet, de pronto al paso de un par de décadas se tienen a centenares de informantes de un mismo suceso, ya sea en la radio, la televisión, el periódico o la prensa escrita.

De una pelea entre los Senadores Alejandro Moreno Cárdenas, Alito Moreno para los cuates, y Gerardo Fernández Noroña (El Bellaco) tenemos a Grupo Fórmula informando con Joaquín López-Dóriga, pero de igual manera a Latinus por medio de redes sociales y a los mismos involucrados dando su versión de los hechos. ¿Quién dice la verdad?, todo depende del medio y los intereses que se persigan.

Mi punto es que la verdad, por lo menos en los medios, se ha multiplicado y por ende el poder que conlleva el informar, antes como ahora se dicen mentiras y verdades la realidad es que dichas verdades y mentiras tienen muchos actores. Es muy parecido a una cena que antes se comían 2 o 3, pues hoy la comen 100, por consiguiente las porciones de comida son más pequeñas, ese es el punto el poder de informar se ha dividido y lo lamentable es que muchos periodistas y comunicadores están más tristes por la pérdida de poder que por su falta de ética al informar.

Al final lo que importa en el mundo de los medios no es quién tenga más poder para llegar a un mayor número de personas, sino ese principio universal en los decálogos del periodismo que es la transmisión de los hechos de una manera ética y lo más apegado a los hechos posible. Hoy tenemos en la carrera presidencial de los Estados Unidos una guerra mediática donde uno de los protagonista Donald Trump tiene como lema “no importa si hablan bien o mal de ti, el caso es que hablen” y utiliza a los medios para generar de manera sistemática frases violentas e incendiarias como el decir que los migrantes comen mascotas.

Para nosotros como consumidores de noticias es un dilema porque nos encontramos con una gran cantidad de medios, muchos de ellos contraponiéndose y no sabemos cuál es la verdad, es por ello que le recomiendo que realice una contraposición de fuentes, un cruce de información y que no se quede únicamente con lo que dice su comentarista del noticiario de la mañana o la cadena de tik tok que le llego al grupo de la tanda. Genere su opinión de diferentes canales, es lo mejor que puede hacer por usted por su comunicador de confianza no tenemos la certeza que lo hará. Esto es un llamado a que nosotros como lectores seamos críticos de los sucesos y de los medios que nos lo informan. Por lo demás es sólo un circo mediático, no más, muchas gracias por su lectura y que tenga una excelente semana.

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