CORRUPCIÓN Y DERECHOS HUMANOS

“El trabajo es un título natural para la propiedad del fruto del mismo, y la legislación que no respete ese principio es intrínsecamente injusta” (Jaime Balmes)
Por FerMan

Continuando con el análisis a las últimas reformas presentadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, mismas que han sido aprobadas por el Congreso de la Unión, tanto por la Cámara de Diputados como de Senadores, en esta ocasión nos referiremos al Decreto que crea el “Fondo de Pensiones del Bienestar”, mismo que entró en vigor a partir del pasado 2 de mayo de este 2024 al haberse publicado en el Diario Oficial de la Federación. Esto significa que los recursos económicos de las cuentas de retiro de las personas mayores de 70 años que se encontraban inactivas, serán transferidos de manera automática a dicho Fondo.

De acuerdo con la información del propio Gobierno federal, dichos recursos ascienden a la cantidad de 40 mil millones de pesos, cantidad que administrarán, al igual que otros fondos de fideicomisos desaparecidos, al arbitrio y sin trasparentar su destino. En este caso, el Fondo de Pensiones para el Bienestar se ha constituido como un fideicomiso público, esos que tanto critica López Obrador, por considerar que se prestan para actos de corrupción, pero en este caso, este Fideicomiso será administrado por el Banco de México que, en teoría, será la institución financiera que complete las pensiones para que estas sean iguales al último salario del trabajador pensionado, sin que sean superiores a los 16,777 pesos.

Esto se ha realizado sin que existan aún las reglas de operatividad de dicho Fondo, por lo que no se conoce con exactitud cómo funcionará, quiénes integrarán el Comité Administrador y cómo se reinvertirán los recursos financieros, lo cual, por supuesto es muy preocupante, pues al igual que las anteriores reformas, tanto de la Ley de Amparo como de la Ley de Amnistía, se deja al arbitrio del gobierno federal para que, a su capricho, se determine lo conducente. Si bien se prevé que a este Fondo se asignen además recursos públicos como el 75% de los remanentes netos que obtenga el “Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado” y el 25% del remanente de las utilidades netas que obtengan empresas paraestatales de las Fuerzas Armadas, así como donaciones de cualquier persona física o moral, en la realidad se desconoce cuáles serían los conductos y si eso puede ser factible.

Para resumir, AMLO pretende que este nuevo Fondo de Pensiones del Bienestar, se sostenga con el dinero de las cuentas inactivas de las Afores y del Infonavit, con dinero proveniente del “Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado” y con las ganancias de las empresas paraestatales de las Fuerzas Armadas, así como de las aportaciones que pudiera realizar algún buen samaritano, ya sea a título personal o mediante una empresa.

Esto en teoría se escucha razonable, sin embargo, conforme a los antecedentes que se tienen, este Fondo va directo al fracaso y a convertirse en un foco de corruptelas, pues al igual que otras decisiones tomadas a la ligera por AMLO, no tienen ningún sustento técnico, sino que se advierte una vez más, que esas decisiones son solo para satisfacer caprichos que a la vez permitan hacerse de mayores recursos económicos para obtener mayor control político y continuar aplicando su ideología populista.

“Fiat Justitiae, Pereat Mundus”.

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