Elecciones 2024, platillo nuevo en la política nacional
Por Marco Antonio Gutiérrez Mendoza
Estimado lector, como siempre le saludo con mucho afecto y le comento que al igual que usted, yo tengo la habilidad de realizar ciertos platillos, los míos son muy básicos, los del desayuno son los que me quedan mejor, o menos peor como guste usted verlo. En la elaboración de dichos platillos siempre uso los mismos ingredientes y pasos, no soy una persona muy arriesgada en la culinaria, sé que si pongo nuevos elementos tal vez pierda ese sabor que me gusta y al cual estoy acostumbrado. Pues valga esta pequeña historia para comentarle que la cocina de la política nacional se nos ha vuelto un poco desquiciada y nos promete un nuevo platillo para el 2024.
No conozco al chef de este restaurante, conocí al régimen priísta que cocinó la política durante 75 años, graduado de la Revolución Mexicana y que su receta era tan única que Vargas Llosa lo llamó la “Dictadura Perfecta”. Luego nuestro restaurante cambió de chef, llegó la alternancia pero al parecer no gustó tanto porque el país regresó al viejo chef, sólo le bastó decir que era nuevo, la realidad es que sólo había cambiado el sombrero.
Finalmente, llega un chef a ofrecer sus servicios a “el pueblo” bueno, que venimos a ser nosotros, bueno no todos… si alguien no está de acuerdo es descartado. Aunque en apariencia son nuevas recetas; la verdad es que muchos de los sabores y sensaciones nos recuerdan a nuestro primer chef. Por supuesto que hay cambios, pero a este nuevo chef le toca su examen para el próximo año en el que parece que ya tiene listo su remplazó que seguirá las recetas al pie de la letra, pero lo más particular es que parece que este chef que hoy tenemos también puso a todos los aspirantes, o, por lo menos diera la impresión que pudiese manejar el escenario para que la mayoría elija su opción.
Esto que le comentó a grandes rasgos es la historia democrática reciente de nuestro país. Viene un 2024 inédito en el que las viejas recetas parecieran obsoletas, como el sistema tradicional de partidos, pero en la realidad no, porque el oficialismo está representado por un partido tan tradicional que pareciera en algunos de sus actos que es tricolor. Los oponentes se reunieron para derrotar al oficialismo pero por lo menos en las últimas semanas se han encontrado con obstáculos en el camino, y no provocados por su contrario sino de las entrañas mismas de sus organizaciones.
Luego, en los últimos días se presenta un chef joven nuevo que nos propone una cocina de esas que sólo los grandes restaurantes manejan, con presentaciones bonitas pero que no sabemos si su sabor es bueno. Por supuesto que esto viene a traer a Samuel García, un rostro nuevo y que ha golpeado al bloque opositor tradicional encabezado por Xóchitl Gálvez que como ya lo mencionaba en sus últimas semanas se ha visto dubitativa en qué receta meterá al concurso. Lo preocupante para los que piensan contrario al régimen oficial es que su chef, su líder, pareciera que maneja el concurso, por las buenas y por las malas.
El resultado es que este nuevo chef pareciera saberse todas las recetas y maneja a la mayoría de sus adversarios, repito, por las buenas o las malas. Aún falta mucho para ver quién gana el concurso y al chef oficialista se le puede quemar el arroz con sucesos que no maneje de la mejor manera, como lo ocurrido en Guerrero con la atención a los afectados del huracán de las semanas pasadas. El asunto es que los adversarios sepan aprovechar, en el buen sentido de la palabra, los puntos débiles y presentar mejores propuestas y a su vez para el partido oficial y su líder es un reto llevar a buen término este banquete, ya se verá.
No quisiera terminar sin antes rendir un sencillo homenaje a mi querido amigo Sergio Juárez, actor chihuahuense que falleció esta misma semana y al cual extrañaremos todos sus amigos así como la escena teatral local, ya que por décadas se entregó a su pasión como actor, la abrazó y llevó hasta los límites. Desde acá te mando un abrazo mi Sergio, nos vemos pronto.