APUNTES UNIVERSITARIOS

El libro de ayer y hoy
Damián Aarón Porras Flores/Fabiola Terrazas Guzmán
Sistema y Servicios de Bibliotecas Académicas

“Fuera tan importante añadir al instrumento que es la idea, un instrumento que facilitase la dificultad de conservar todas las ideas. Este instrumento es el libro”.
Ortega y Gasset, (2005) Misión del Bibliotecario.
A lo largo de los siglos, la humanidad ha tenido la necesidad de conservar las ideas que van generándose y poder compartirlas, en ese afán de trascender más allá de los años de vida de las personas.
El libro, es justamente esa herramienta, que ha logrado preservar el conocimiento a través del tiempo, desde los primeros registros en tablillas de arcilla, pasando por los rollos de diversos materiales como pieles, tela o papiro, hasta los primeros libros con hojas de papel, tal como nos es familiar en la actualidad.
Ha sido por sí mismo, objeto del más absoluto celo y comercio, en tiempos donde su preservación dependía totalmente de la copia manual, en la que no solo las letras eran preciosamente elaboradas, sino que las ilustraciones eran obras de arte.
Sin embargo, su versatilidad ha permitido también que la digitalización haya transformado la forma en la que se pueda acceder a los libros, así como a la preservación y conservación de diversos contenidos.
Así, independientemente de si es impreso o digital, el libro, en su riqueza temática, nos permite adquirir nuevos conocimientos, disfrutar de la belleza de la métrica literaria, adentrarnos en la trama de una novela, reflexionar a través de las palabras que cada autora o autor, ha dejado plasmada entre las páginas, es que, en el libro las palabras se cristalizan.

En nuestro país, en 1979, se estableció por decreto presidencial que cada 12 de noviembre se celebre el Día Nacional del Libro, fecha que conmemora el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, poetisa que no sólo se nutrió intelectualmente de todo lo que los libros podían proporcionarle, sino que también dejó un vasto legado impreso con una diversidad temática.
A pesar de las tendencias que algún día pronosticaron la rotunda e imprescindible “desaparición del libro impreso” el libro sigue siendo el documento base, el pilar sobre el que se han plasmado historias, se ha dejado constancia de acontecimientos, se ha transformado y adaptado a las necesidades de comunicación.
Como apunta Gómez, M (2005), el libro tiene una presencia garantizada en la educación no solo del presente, sino del futuro, además, es insustituible. La cultura digital viene a fortalecer la cultura impresa. Una no sustituye a la otra.
Por lo tanto, en el Sistema Universitario de Bibliotecas Académicas, se prepararon diversas actividades para resaltar la importancia del libro tanto impreso como digital, así como su preservación y conservación, tales como:
Exhibición de libros del Departamento Editorial de la UACh.
Dos conferencias.
Dos mesas panel de reflexión sobre el libro tanto en formato impreso como digital.
Dos presentaciones de libros.
Tres talleres.
Reunión de Coordinadores (as) del Club de Lectura.
Reunión del Consejo Consultivo del Sistema Universitario de Bibliotecas Académicas.
Reconocimiento a quienes han realizado más uso de las bibliotecas.
Además, se cuenta con la exposición de pinturas de personal docente y alumnado de la Facultad de Artes.
A final de cuentas, quienes tienen en sus manos un libro, tienen la certeza de que una vez que concluyan con su lectura, habrán obtenido nuevos conocimientos o habrán pasado excelentes momentos recreándose a través de sus páginas y como escribió Irene Vallejo: “Todo libro es un pasaporte sin caducidad”.

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