
En los nueve estados del país donde se reportan los mayores índices de criminalidad por las disputas entre los cárteles de las drogas, el Ejército mexicano ha enviado este año 13 mil 089 militares.
El despliegue se ha dado en Michoacán, Sinaloa, Baja California, Guanajuato, Guerrero, Tamaulipas, Jalisco, Zacatecas y Colima, según los registros castrenses en los que se informa de la estrategia Fuerza de Tarea Conjunta México.
En el estado de Michoacán, apenas el 28 de agosto, el gobierno federal informó del envío de mil 200 militares a la zona de Tierra Caliente, ante las denuncias de extorsiones a comerciantes y productores de limón.
A los efectivos también se les encomendó la tarea de verificar las carreteras por los bloqueos del crimen organizado, así como realizar operativos para la detención de líderes criminales en la zona.
Nueve días después, el 6 de septiembre, la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán informó del arribo de un segundo contingente conformado por 900 militares más.