SE TIENE QUE DECIR

Controversia por libros de texto acrecienta la vulgaridad en Palacio Nacional
Por CACHO

“Una gobernadora muy reaccionaria, conservadora, irresponsable y politiquera que presenta una controversia para que no se entreguen los libros a los niños, a los estudiantes en Chihuahua, y un ministro deshonesto ordena que no se distribuyan los libros, buscando dejar sin libros de texto a los niños y a los estudiantes de Chihuahua”
Así fue como se expresó el ente que preside este país de la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván y del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar.
Una rayita más al gato callejero, perdón al tigre, según reza el dicho.
Fiel a su cobardía, Andrés Manuel López Obrador no los mencionó por nombre, evidentemente sabe que si acusa señalando por su nombre al ministro Aguilar Morales de ser deshonesto, el hombre de leyes, con éstas en la mano, le puede causar problemas más graves de los que ya tiene.
Ahí, el magistrado puede decir al ignorante bufón de Palacio Nacional, que sí, que puede irle a decir que la ley es la ley, aunque no le guste.
Recordemos que hay una máxima en el ámbito jurídico: el que acusa, tiene la obligación de probar.
Y como López es hocicón y puro jarabe de pico, pues ahí sí que se tuvo que amarrar en primera y no salir disparado a decir un torrente de estupideces, tantas como su diarrea mental le permita.
Se consoló ofendiendo a Maru y a Luis María Aguilar, ése es su fuerte, no el ser gobernante.
Lo cierto es que ante la ley (que sí es la ley) no le queda a López más remedio que acatarla, so pena de que llegue a cometer otro error o violación a la Constitución (no sé cuándo será eso porque en lo personal, yo sí estoy fastidiado de que el cínico de AMLO viole la ley a su antojo y no haya consecuencias) y esta vez sí tenga consecuencias, ya está en la orillita.
Y nos quiere llevar hacia el autoritarismo.
Ataca vulgarmente a quienes con la ley en la mano se oponen a los actos y caprichos que salen de su onanismo mental, aprovechándose de su posición de poder y sin que le puedan refutar en su cara sus mentiras o su discurso de odio.
Solo basta recordar que a Xóchitl Gálvez le negó el derecho de réplica, pese a tener un amparo para que se le hiciera válido su derecho a responder a López en el mismo espacio en el que la difamó.
La ley le vale, eso está más que visto.
Sin embargo, se hace la víctima (la vístima dirían los memes) que es lo único que sabe hacer cuando está perdido, cuando la realidad lo alcanza, pues de esa manera distrae la atención de lo verdaderamente importante.
Si un ministro de la SCJN estudia un recurso interpuesto por la parte que se ve afectada con una decisión unilateral y contraria a sus derechos e intereses y encuentra que la parte quejosa tiene la razón jurídica, es su obligación impedir que se siga cometiendo dicho abuso o arbitrariedad, como sea que se le quiera llamar.
Ahora bien, como acostumbra el pendenciero de arrabal que ocupa la silla presidencial, llamó irresponsable y politiquera a la gobernadora chihuahuense Maru Campos, no sabe debatir, solamente ofende.
No ha dado López un solo argumento para atacar la decisión del ministro Luis María Aguilar para detener la distribución de libros en el estado de Chihuahua y también miente cuando dice que en Chihuahua se pretende probar de la educación a los niños y estudiantes.
Ahí hay más de 20 centros de acopio de libros de texto anteriores que se han habilitado para que los estudiantes del este estado no se queden sin la orientación pedagógica.
Obviamente con libros elaborados por profesionales de la educación, no por profesionales de la propaganda como los que ahora pretende distribuir la 4t en todo el país para adoctrinar y empobrecer el crecimiento educativo de la niñez mexicana.
Y a final de cuentas se comprende, el burro que despacha en Palacio Nacional solamente duró 14 años en concluir estudios universitarios.
Pero de ninguna manera se justifica.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

Mostrar más
Botón volver arriba