
Los nuevos libros gratuitos de desconocimiento y adoctrinamiento
Por CACHO
Analizar los llamados libros de texto gratuitos que la Secretaría de Educación Pública distribuye para el ciclo escolar que está próximo a comenzar no es tarea de unos pocos días, por eso solamente me referiré a uno de ellos, digo que me referiré, pues aún no lo he leído a conciencia, pero algo se puede comentar con respecto a él.
Debido a que hace sólo unos días se pudo acceder a ese material, comentaré algunos detalles con respecto al tomo denominado “Nuestros saberes”.
Hay algunas discrepancias que resultan evidentes, por ejemplo, se da por sentado que un alumno de primer grado de primaria ya sabe leer y escribir, pues en la página 61 se aborda el tema “Textos escritos con propuestas” y se instruye al educando sobre cómo debe organizar una propuesta, y lo que el documento debe contener.
En otro tema, éste denominado tablas de frecuencias, en las páginas 54 y 55, se presenta una ilustración de una granja con diversos animales y, como se da por sentado en este libro, los menores conocen los números, pero se los representan primero con cuatro rayas verticales y una cruzada para grupos de cinco y tantas rayas verticales como sean necesarias hasta cuatro para complementar los números como el ocho, que son el primer grupo conformado por cinco líneas, antes descrito, más otras tres líneas verticales.
En lo referente a las medidas, no se habla de metros, centímetros, milímetros, decímetros, etc., pero sí, en la página 68 sí se le enseña al alumnado a medir en “cuartas” y también se les enseña que pueden hacer mediciones contando los pasos.
En la siguiente página, la 69, el alumno conoce el uso de los números y para explicarlo, el texto tiene una ilustración en la que se asigna un número del uno al veinte a los dedos de pies y manos. Aquí es donde parece un poco alocado, pues en las páginas anteriores ya estaban contando y agrupando con rayitas en el ejemplo de los animales de granja.
La referencia a los símbolos patrios se hace de la página 190 a la 193 en las que escuetamente se explica qué son el Himno, el Escudo y la Bandera nacionales, entre otros temas de educación cívica, que, aunque son tratados muy someramente, al menos se ilustra a los pequeños sobre su creación y significado.
Retomando el asunto de la lectura y que los niños aprendan a leer, en la página 226 se hace referencia a la lectura en México en la que dice textualmente:
“En promedio, los mexicanos leen menos de cuatro libros por año, una cantidad muy baja, comparada, por ejemplo, con los 47 libros al año que, en promedio, leen los habitantes de Finlandia…”
Esperemos que a estas alturas del curso, pues se trata de las últimas páginas, los alumnos de primer año ya sepan leer y escribir (aunque no se visualiza ninguna lección sobre lectura y escritura como tales en este libro, a reserva de revisar los cuatro restantes y ver si en alguno de ellos, sí les enseñan a los menores a leer y escribir), para que ese dato les impulse a superar la apatía de la población mexicana por la lectura.
Ahora, en cuanto al adoctrinamiento, seré muy breve para no ser pesado.
El tomo “Nuestros saberes” es, de acuerdo con lo escrito en su portada un “Libro para alumnos, maestros y familia”
Y en la presentación, en las páginas iniciales se puede leer, entre otras cosas:
“Estimado lector: en pocas partes del mundo los libros de texto son gratuitos y llegan a las manos de todas las niñas y los niños. En México, se ha luchado porque todas, todos y todes tengan acceso a la cultura.
¡Ahora te toca a ti recibir el fruto de esa lucha!
Se apropian implícitamente de este beneficio para los estudiantes que fue instituido desde el siglo pasado.
Y otra parte reza así:
“El libro de texto que tienes en tus manos fue elaborado por docenas de maestras, maestros, ilustradoras e ilustradores de todo el país. Sus experiencias de vida y su profesionalismo se unieron con el anhelo de que en México se ofrezca una educación con equidad y excelencia, para que todas, todos y todes aprendan sin importar su origen, su género, su preferencia sexual o su clase social”.
¿Qué no era esa la finalidad de la Secretaría de Educación Pública, desde su creación?
¿De las escuelas de tiempo completas desaparecidas por las actuales autoridades?
Por ello y a favor de ello, existían y se tomaba en cuenta las observaciones del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), además de otros organismos relacionados con la excelencia académica.
Sin embargo, han sido minimizados o extinguidos varios de esos recursos, porque la intención del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador no es la de educar a una nación para convertirse en potencia mundial.
Es claro que su visión es la de un pueblo ignorante, manejable y por otro lado, empobrecido, económica e intelectualmente.
Felicidades a los gobiernos que no ha aceptado distribuir estos textos en sus sistemas escolares, no soy pedagogo, menos pretendo serlo, pero los libros de primero de primaria no cumplen con las expectativas educativas mínimas, y lo digo porque yo sí fui a la primaria y era mejor la calidad de aquellos libros de texto que sí se veían como una herramienta de aprendizaje integral, no los que se quieren imponer en este sexenio.
No debemos permitirlo.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.