Una nueva mentira: la nacionalización de la industria eléctrica
Por CACHO
En esta semana se concretó la compra por parte del Gobierno de México de 13 centrales generadoras de electricidad, propiedad de la empresa española Iberdrola, un hecho que, según dice el ente que preside este país, Andrés Manuel López Obrador, representa una nueva nacionalización de la industria eléctrica.
Nada más falso que esa afirmación.
Lo que no es falso es que la administración de AMLO pagará a la empresa española seis mil millones de dólares por 12 plantas de ciclo combinado (que usan gas natural y generan 8 mil 436 MW) y una eólica que genera 108 mega watts.
Pero no pertenecerán al gobierno de México; el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) descartó que dicha adquisición sea en realidad una nacionalización. La compra se lleva a cabo a través de un fideicomiso privado con participación mayoritaria del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y otras instituciones públicas mexicanas, gestionado por Mexico Infrastructure Partners (MIP), una administradora de fondos mexicana enfocada en inversiones en infraestructura y energía.
Destaca el IMCO que pese a contar con financiamiento público, legalmente la propiedad de las centrales y la gestión del fideicomiso será privada, ajena al Gobierno Federal y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Es decir, la CFE no está incrementando su participación de mercado en la generación eléctrica.
Ahora bien, una mentira más o una verdad a menos de medias, es el argumento del Gobierno federal que señala que el porcentaje de generación eléctrica bajo control de la CFE se incrementará de 39.6 a 55.5 por ciento; no obstante, es necesario subrayar que la mayor parte de esta generación ya está bajo control de CFE, dado que los Productores Independientes de Energía (IPPs o PIEs) ya forman parte de la matriz de generación de la empresa.
Otra cosa que apunta el IMCO es que el anuncio de que CFE operará estas centrales no cambia el hecho de que sean privadas, aunque abre la puerta a que la empresa estatal expanda las condiciones de su contrato colectivo de trabajo a los trabajadores de las centrales adquiridas y pone en riesgo su rentabilidad en el mediano y largo plazo, dadas las condiciones establecidas desde la renegociación de 2020 que redujo en 10 años la edad de retiro.
Una más: no es deuda.
Seis mil millones de dólares para comprar centrales generadoras de energía eléctrica no están contemplados en el presupuesto de egresos 2023… así que ¿no se trata de un endeudamiento?
De acuerdo con el diario español El País, Santiago Arroyo, director en la empresa de consulta del sector Ursus Energía, dice que “en el presupuesto de egresos no existen estos 6,000 millones de dólares, de algún lado los tenían que agarrar”, dice Arroyo, “ellos lo podrán disfrazar de muchas formas, pero al final del día sigue siendo deuda porque el Gobierno le está inyectando los recursos al Fonadin para pagar esta compra y este dinero no está etiquetado en el presupuesto”.
Un detalle más, que no es menos importante, para todos es sabido que López se traía una campaña brutal contra Iberdrola, los llamó saqueadores y que se aprovechaban del pueblo de México. El odio irracional contra la empresa ibérica viene de acuerdo con lo dicho por AMLO en 2021, porque las reformas que se hicieron en el pasado, beneficiaron a privados y no al pueblo.
También mencionó que la empresa ibérica contrató a quien fuera la secretaria de Energía del Gobierno de Felipe Calderón, Georgina Yamilet Kessel Martínez, así como al mismo expresidente. Calderón desmintió lo sostenido por López con respecto a que terminando su mandato presidencial fue contratado por Iberdrola.
“El presidente López Obrador miente. Yo no me fui terminando mi administración a formar parte del Consejo de Administración de Iberdrola. Al salir fui invitado por la Universidad de Harvard a hacer una estancia académica como ‘Global Leader Fellow’ en KSG”, expuso Calderón en Twitter, en 2020, de acuerdo con una publicación del diario El Financiero.
Ahora bien, quien sí sale ganando en esta transacción es la empresa española, que tiene puesta la mira en la generación de energías limpias pues de acuerdo con lo dicho por Santiago Arroyo al diario El País, “Iberdrola ha venido amoldando su plan de negocios para descarbonizarse y cumplir con lineamientos de sustentabilidad porque la tecnología de la mayoría de estas plantas, que es de ciclo combinado, ya es tecnología obsoleta para sus nuevos estándares”.
Aquí aplica (y me da vergüenza ajena) el dicho popular que reza: la basura de los ricos es el tesoro de los pobres.
Así es, el triunfo de López es adquirir lo que no le sirve a Iberdrola, algo así como cuando Shell le vendió la refinería texana.
Pero queda la duda ¿los españoles dieron a López espejitos a cambio del oro?
Pues, se tenía que decir… y se dijo