Esqueletos en el Closet

Nadie sabe para quién trabaja

Por Jorge Villalobos

 

 

“Adivina quién acaba de regresar hoy/Esos chavos de mirada desquiciada que habían estado fuera/No han cambiado, no tenían mucho que decir/Pero todavía creo que esos batos están locos”.

 

Según crónicas populares del siglo XX, en 1922 Noel Bullock se inscribió en una carrera automovilística en Pikes Peak, Colorado, en la que participó con su Ford modelo T al que apodaba ‘Old Liz’ (apócope de ‘Anciana Elizabeth’), y el sobrenombre le quedaba bien al vehículo que lucía desgastado y le faltaba una cubierta del motor. Tanto subestimaron los espectadores al carrito que antes de que iniciara la competencia ya lo habían rebautizado con el epíteto ‘Tin Lizzie’ (‘Lizzie de hojalata’; del cariñoso Liz pasó al diminutivo Lizzie, y de anciana a chatarra). Como es de esperar en toda historia digna de recuerdo, Bullock ganó la carrera con su fordcito ante otros autos más modernos y costosos, con lo que demostró lo confiables y rápidos que podían ser los ya entonces considerados “veteranos” modelos T, y desde entonces esos vehículos son conocidos como Tin Lizzies [https://www.thoughtco.com/nickname-tin-lizzie-3976121]. Los más chavos recordarán a la carcachita negra llamada ‘Lizzie’ en la película de animación Cars, aunque, según su ficha, la Lizzie que comparte créditos con el Rayo McQueen es un Ford T modelo 1923, o sea que ya cumple cien añitos.

Otra célebre ‘Elizabeth de Hojalata’ era el personaje principal de una tira cómica dibujada por Jack Prout (nacido en México en 1899, hijo de un ingeniero de teléfonos inglés) que aparecía allá a mediados de los años cincuentas en la revista británica The Dandy: la mucama-robot (de hojalata) Tin Lizzie compartía cuadritos de historieta con el robot-mayordomo Brassribs [https://ukcomics.fandom.com/wiki/Jack_Prout_(1899-1978), http://www.internationalhero.co.uk/d/dandycomic.htm].

Y de la mucama-robot Tin Lizzie tomó su nombre una banda irlandesa de rock; en un juego fonético con la marcada pronunciación de los irlandeses le añadieron una “h”, con lo que el tin (“hojalata”) cambió por thin (“delgado”, “esbelto”) y de ahí surgió Thin Lizzy, ‘La Delgada Elizabeth’. Aunque el nombre inglés Elizabeth tiene su equivalente en el español Isabel, también es usual en México, y si considero que el apócope “Bety” se usa para el nombre de Beatriz tanto como para Berta o Elizabeth, me resulta “Bety la Flaca”. Llamémosles Thin Lizzy.

Muchos rockers dicen saber quiénes son Thin Lizzy, pero pocos los conocen. Sus fans son mayormente ruckers que crecieron en los años setentas. Lo que mayormente saben los más chavos es que Metallica hizo un cover de una de sus canciones. No es nada raro, pues si bien el nombre de Thin  Lizzy está cincelado en piedra entre los de los artistas importantes de Irlanda y del Reino Unido, en América su éxito fue escaso, limitado al público que consumía rock duro, al que asistía a los conciertos en los Estados Unidos; en 1976 tuvieron un efímero hit en la radio estadounidense (“The Boys are Back in Town”), pero no fue suficiente para apuntalarlos en el gusto del público masivo norteamericano.

En nuestro México lindo y querido no tenía por qué ser mejor, recuerde usted, amable lector/lectora, que durante los años setentas los espectáculos de rock estaban “prohibidos” en México, así que las posibilidades de un concierto de Thin Lizzy en tierras del águila y el nopal eran absolutamente cero, nada, never de limón. A eso súmele que de sus 14 álbumes solamente dos fueron lanzados al mercado mexicano, y eso fue ya en los años ochentas, cuando la banda ya estaba en declive y a punto de desintegrarse. Ergo, en México quienes conocieron a Thin Lizzy en los años setentas fue por medio de discos comprados en los EEUU (los que estábamos cerca de la frontera) o en las usualmente carísimas tiendas que hacían importaciones por encargo, o de plano por préstamos entre camaradas, como fue el caso de este su inseguro servidor.

En la actualidad, considerando el acceso a la red de información mundial cuya consulta nos promueve a la insigne categoría de ciudadanos universales (¡ja!), conocer a Thin Lizzy resulta gratuito, así que ya no hay pretexto para ignorar en México a la banda de hard rock más importante de Irlanda (debo aclarar lo de hard rock antes de que los fans de U2 empiecen a reclamar), que ha resucitado en la memoria colectiva rocanrolera (aunque es probable que este fenómeno de resurrección también esté geográficamente limitado al Reino Unido y la comunidad europea) con el relanzamiento de su álbum en concierto de 1978 Live and Dangerous (lea Esqueletos en el Closet, “La leyenda desmentida”, https://laparadoja.com.mx/2023/02/esqueletos-en-el-closet-73).

El alma y corazón de Thin Lizzy fue su fundador, el bajista, vocalista y compositor Phil Lynott. Nacido en Inglaterra producto de una relación efímera entre la irlandesa Philomena Lynott y el inmigrante originario de la Guyana británica Cecil Parris, Phil fue criado por su madre soltera; su padre se mudó de ciudad antes de que naciera, y aunque posteriormente llegó a ayudarle a Philomena con algunos gastos de manutención, estuvo ausente de la vida de Phil. Cuando nuestro protagonista contaba con unos ochos años de edad su madre decidió enviarlo a Irlanda a la casa de sus propios padres, para evitarle cualquier conflicto que pudiera surgir por su piel morena. En Dublín creció el muchacho bajo la tutela de sus abuelos y su madre, y desde los 16 años comenzó a cantar en bandas, eventualmente aprendió a tocar el bajo. Tocando con Orphanage conoció al baterista Brian Downey, y para 1969 formaron el power trio Thin Lizzy acompañados por el guitarrista Eric Bell, ex Shades of Blue.

Después de sus primeros tres álbumes (Thin Lizzy, Shades of a Blue Orphanage y Vagabonds of the Western World) Bell decidió abandonarlos porque él prefería tocar blues en vez de hard rock (tenía que llamarse Eric y copiar lo que hizo Clapton con los Yardbirds). Al iniciar la grabación del Nightlife les auxilió el guitarrista Gary Moore —que había sido compañero de Lynott en otras bandas antes de Thin Lizzy, pero ya para entonces había comenzado una bonita carrera solista que se consolidó durante los años ochentas y conservó hasta su muerte en el año 2011—, hasta que el trío se convirtió en cuarteto con la aparición en escena de Scott Gorham y Brian Robertson, el dúo dinámico que consolidó el estilo de Thin Lizzy con sus excitantes pasajes de guitarras gemelas, harto influyentes para la siguiente generación de músicos de hard rock y heavy metal (lo que hace especial su sonido es que ambos tocaban con guitarras Gibson Les Paul, a diferencia de todas las demás bandas que usan guitarras de distintos fabricantes para lograr variedad de sonido).

La época de Gorham y Robertson fue la era dorada en que Thin Lizzy lanzó Fighting, Johnny The Fox y Jailbreak, con los que se convirtió en la banda más importante de Irlanda, con amplio reconocimiento en todo el viejo continente (aunque nunca conquistaron el mercado norteamericano). Pero nada dura por siempre. Había rencillas personales entre Robertson y Lynott, y un buen (mal) día Robertson sufrió una herida considerable en una mano tras una pelea en una cantina, justamente el día antes de empezar una gira por los EEUU, y eso le dio el pretexto perfecto a Lynott para botarlo de la banda. Llegó de vuelta (temporalmente) Gary Moore; luego volvió Robertson en medio de la grabación de Bad Reputation; luego apareció el clásico álbum en concierto; luego se volvió a ir Robertson y otra vez Moore acompañó a Gorham en las guitarras gemelas (¡Moore también tocaba una Gibson Les Paul!) para grabar Black Rose, su último álbum de los años setentas y su último álbum destacable (de hecho es un álbum imperdible, uno de los favoritos de mi camarada Luis Carlos, de Metal Shop, que, operando desde alrededor de 1985 la única tienda de discos sobreviviente en Chihuahua, sabe de qué habla).

En los años ochentas vino el declive de Thin Lizzy. Gary Moore volvió a separárseles y fue sustituido por Snowy White, que también tiene su propia carrera solista pero es más conocido por el público como el guitarrista de acompañamiento en las giras de Pink Floyd [Por cierto, Snowy grabó un hermoso solo intermedio para la canción “Pigs on the Wing” del álbum Animals, pero en la edición final la canción fue dividida en dos partes que se fueron al inicio y al final del disco, y el solo de Snowy desapareció del álbum del Floyd. Gajes del oficio]. Luego Snowy también se fue de Thin Lizzy y cedió su lugar a John Sykes, que comenzara su carrera con los Tygers of Pan Tang y años después tuviera una relación agridulce con Whitesnake (esa es otra historia, ya habrá tiempo).

Los cambios de guitarristas y la adición del tecladista Darren Wharton no lograron repetir la fórmula ganadora y sus álbumes de ese periodo (Chinatown, Renegade y Thunder and Lightning) resultan poco significativos. Añadimos a eso la creciente tendencia de Phil Lynott a abusar del consumo de drogas y alcohol y para 1983 tenemos la desbandada definitiva de Thin Lizzy.

Durante 1984 y 1985 Lynott hizo algunos intentos como solista y colaboraciones con Gary Moore y John Sykes, pero sus adicciones finalmente le cobraron la factura. El día de Navidad de 1985 colapsó en su casa y lo trasladaron al hospital, se le diagnosticó una septicemia que devino en neumonia y ataque cardiaco. Falleció el 6 de enero de 1986. Tenía 36 años de edad.

A pesar de tan triste final, su legado lírico y musical lo convirtió en una figura prominente en Irlanda. Los contenidos de sus letras —frecuentemente alusivos a temas folclóricos celtas, bandoleros salteadores de caminos, guerreros míticos o malvivientes del lumpen suburbano— le valieron para ser considerado como un compositor de alto vuelo, a menudo comparado por los eruditos con Bob Dylan y Bruce Springsteen. Lynott era el Juan del Diablo del rock and roll, un juglar de raza mixta y aspecto piratesco, con arracada y pantalones de cuero negro, que usaba betún para zapatos sobre sus párpados para dar una imagen salvaje y agresiva, y que sin embargo podía componer e interpretar rolas sentidísimas. A pesar de su piel morena, o quizás por su causa, Lynott fue un profeta en su tierra cuyo carisma le valió el reconocimiento en su comunidad.

Desde 1987 se organizaba en Dublín un festival musical en su honor, “Vibe for Philo”, que el 4 de enero de este año 2023 culminó su trigésimosexta y última edición. En el año 2005 su madre, Philomena, asistió a la develación de una estatua con su figura que fue instalada a la entrada del Bruxelles Rock Pub en Dublín, auspiciada por la fundación Roisin Dubh, establecida en 1994 para conmemorar la vida y obra de Phil Lynott, y en el 2021 sus fans patrocinaron la instalación de un busto con su efigie en West Bromwich, Inglaterra, el lugar donde nació.

Sus excompañeros también han continuado su legado en varias reencarnaciones de Thin Lizzy desde los años noventas, en la actualidad la banda continúa lanzando álbumes en concierto con su repertorio clásico, aunque nunca volvieron a intentar hacer música nueva.

Ahora bien, como dice el dicho, “nadie sabe para quién trabaja”. En una gira por los EEUU Thin Lizzy fueron teloneros para la banda de Bob Seger y les incomodó que Seger no tocara en concierto “Rosalie” —que para los Lizzies era su canción favorita de Seger—, así que en 1975 hicieron su cover de “Rosalie”, que años después se convirtió en un hit para Thin Lizzy en el Reino Unido, mientras Bob Seger comenzó a tocarla ocasionalmente en sus conciertos pero nunca fue una canción destacada en su repertorio.

Thin Lizzy tuvo apenas un par de hits notorios en su carrera: “Whiskey in the Jar” les ayudó a hacerse notar de manera local en el Reino Unido en 1972, y “The Boys are Back in Town” sonó en radio en tierras americanas durante una corta temporada. Allá por 1988 Bon Jovi hizo un cover de “The Boys are Back in Town”, y como en ese tiempo Bon Jovi estaba en la cima de su popularidad, el nombre de Thin Lizzy volvió a sonar entre los rocanroleros. Pero para los fans de Bon Jovi la canción sonó excelente con sus ídolos y no estuvieron muy dispuestos a desempolvar los discos de Thin Lizzy. Habían pasado doce años desde que la canción sonara en el radio, así que muchos ni siquiera se percataron de que era un cover, creían que era original de Bon Jovi. Lo dicho: nadie sabe para quién trabaja.

Diez años después del hit de Bon Jovi, en 1998, “los chicos volvieron al pueblo”, esta vez por medio de la banda con el nombre perfecto: Metallica. Las crónicas rocanroleras narran que cuando Metallica hizo su (segundo) álbum de covers Garage, Inc. quisieron homenajear  a su fallecido bajista Cliff Burton incluyendo una rola de Thin Lizzy, que era una de las bandas predilectas de Burton. Metallica ganó el premio Grammy a la mejor interpretación de hard rock con su versión de “Whiskey in the Jar”.

Lo dicho, nadie sabe para quién trabaja: los fans más jóvenes de Metallica sabían que “Güisqui en el frasco” no era original de Metallica pero no se iban a molestar en hurgar en el catálogo de Thin Lizzy. Metallica se ganó un premio por un cover basado en la versión de Thin Lizzy de una centenaria canción tradicional irlandesa, de la cual los mismos integrantes de Thin Lizzy renegaban porque la compañía de discos la lanzó como sencillo sin consultarles y ellos consideraban que esa canción en particular no representaba su estilo musical, era un tema folk que ni siquiera consideraron incluir en un álbum, vaya, ni siquiera la tocaban en concierto; sí, les reportó un éxito y les ayudó a darse a conocer, pero luego les resultó molesto que hubiera asistentes que abandonaban sus conciertos al escuchar su hard rock porque habían acudido creyendo que Thin Lizzy era un grupo de música folk. En fin.

Para apaciguar un poco mi sed de justicia, mencionaré que recientemente (diciembre 2022) Metallica hizo una versión semiacústica de otra rola de Thin Lizzy, “Borderline”, durante un concierto benéfico para su fundación Helping Hands, y sí, muy a su estilo, Metallica le hace justicia a la composición de Lynott desde que la presentan (“¿Han oído de una banda llamada Thin Lizzy?”; https://fmrockandpop.com/noticias/musica/mira-el-video-de-metallica-haciendo-borderline-de-thin-lizzy). Al menos en esta ocasión todos saben para quién trabajan.

* [26 mar. 2023] Fotos: Erica Echenberg/Redferns, Sean Meaney, Crispin Rodwell/The Sun Dublin. villalobos7@gmail.com.

 

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