A DECIR VERDAD

La economía mexicana sigue en caída libre
Por Rubén Íñiguez

“La perspectiva de México después de las elecciones” tal y como lo evidenció el economista Federico Reyes Heroles, al señalar que la economía mexicana sigue en picada, naufragando en las profundidades del abismo y la crisis. Sin embargo, para el Presidente Andrés Manuel, parece interesarle muy poco, pues no le importa derrochar y malgastar el dinero de los mexicanos, en temas que no han resuelto el grave problema de la inflación.
En datos de CENEVAL, se reportó un crecimiento de 3.8 puntos en el sector de la pobreza laboral, además, el ingreso de los más pobres, retrocedió en mayor magnitud que el ingreso de los más ricos. Parece que el programa federal conocido como “Primero los Pobres” tiene el objeto de acrecentar el número de pobres en el país, más allá de erradicar la pobreza en México.
Los subsidios clientelares en lugar de empleos; la austeridad republicana, en lugar de fomentar una tendencia de inversión, generaron más pobreza. Porque se diseñaron para fomentar la dependencia económica y no para enseñar a la sociedad a generar mayor riqueza y productividad. Todos los programas de bienestar deben replantearse.
Existe un bloqueo de la actividad industrial. Los extranjeros han retirado una fuerte inversión en México, con una salida de 125 mil millones de pesos, debido a los riesgos como la falta de seguridad patrimonial, la inseguridad constante en la circulación y comercialización, producto de un sin fin de robos por la delincuencia organizada y la extorsión.
El actual gobierno no ha sabido inspirar la confianza necesaria a la inversión, pues considera que México es un país inestable en sus políticas económicas. Apenas están apostando, a cuatro años de gobierno, por las energías limpias; esto fue más por la presión del país vecino del norte, más que por convicción personal. Sin embargo, en lo que se deciden a invertir en estos temas, se les va a ir el sexenio.
La inflación es otro factor que está incidiendo en la vida económica de los mexicanos, se pretendió su control, por parte del gobierno, la intención era tener un límite de 3.75% (por ciento), como tope de inflación, pero la cifra real es de 7.8 por ciento, además de que la tendencia va en aumento, con estos incrementos, el presupuesto nacional reduce sus alcances, la vida se vuelve más cara, las obras en desarrollo suman cascadas de modificaciones de precios no estimados. Por ese hecho, la Refinería de Dos Bocas llegó a tener ya un costo de 18 mil millones de dólares, aunque la cifra oficial trae siempre otros datos, pues ellos dicen que costó sólo 12 mil millones.
La encuesta del Banco de México para los negocios, es dramática. El 52 por ciento de las empresas estiman que es mal momento para invertir, 36% no está seguro y solamente un 12% de las empresas consideran que es buen momento. La inversión arroja obstáculos e incrementa sus costos, sumando pérdidas o efectos colaterales.
La economía no se deja domar por la demagogia, se podrá ocultar por un tiempo la verdad, sin embargo, la situación empeora cada día, el panorama internacional no es nada alentador, por lo que este gobierno deberá demostrar una mayor capacidad técnica y de decisiones financieras oportunas para sortear el sombrío horizonte que se avecina, de lo contrario, Andrés Manuel López Obrador, podrías pasar a la historia como el peor presidente de la historia de nuestro país.

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