REFLEXIONES

Impide matrimonio en plena Misa

 

El cura en plena misa en la parroquia de San Agustín, en la boda de unos jóvenes preguntó si alguien tenía algo qué decir, concerniente a la unión de los novios.

Era el momento de levantarse y hablar, o callar para siempre.

El momento de profundo silencio fue interrumpido por una joven y hermosa mujer que llevaba cargada una criatura. Ella comenzó a caminar lentamente hacia el altar.

Todo era un silencio sepulcral y sólo se escuchaba el eco del taconeo lento de la bella dama. Todo se transformó rápidamente en un caos.

En ese momento, la novia abofeteó al novio, la madre del novio se desmayó, los padres de la novia estaban furiosos, los invitados cuchicheaban, los testigos de la boda se echaban miradas angustiadas pensando cómo podían ayudar a resolver la situación.

El sacerdote, con cierto nerviosismo, le preguntó a la mujer: “Nos puede decir por qué ha venido usted al frente? Qué es lo que tiene que decir?”.

Y la mujer, un poco cohibida y enérgica, respondió: “Es que allá atrás no se escucha lo que dicen, porque dos comadres no dejan de chismorrear”!

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