CORRUPCIÓN Y DERECHOS HUMANOS

“El pensar bien no interesa solamente a los filósofos, sino a las personas más sencillas” (Jaime Balmes)
Por FerMan

Como lo señalamos en la pasada publicación, en la ciudad de Mérida, Yucatán, los días 29 y 30 de julio del año en curso, se llevó a cabo el 5º Congreso Nacional de Filosofía, donde el tema central fue la “Importancia de la Educación y la Cultura en el Contexto Actual”. En dicho congreso se disertaron varias conferencias por expertos de la materia, entre ellas la presentada por el Dr. Héctor Gómez, intitulada “Educar en tiempos de incertidumbre”.
De la mencionada conferencia podemos rescatar como lo más trascendente el hecho de que, como lo señala el autor, “La educación siempre es posible porque la persona puede crecer en todas circunstancias. Todos los pasos de la vida están llenos de incertidumbre. La incertidumbre es el estado natural del crecimiento. Pero en materia educativa nos preocupa, debido a que la educación está en crisis y como consecuencia a ello, la sociedad está enferma”.
Llama la atención cuando refiere que la “sociedad está enferma”, lo que abonando a sus fundamentos filosóficos sobre la educación, la sociedad está enferma porque ha sido infectada con el virus de ideologías perversas, antinaturales y materialistas, como la de género, feminismo y cultura de la muerte, que cosifican y rebajan al ser humano a menos que bestia.
Como ejemplo de las ideologías antipedagógicas que han hecho crisis en el modelo educativo mexicano, entre otras, mencionó: 1. El Relativismo, el cual quita al conocimiento toda base firme e inconmovible y convierte al saber en modificable y poco confiable. 2. El escepticismo, el cual hace dudar de todo. 3. El Liberalismo, que promueve una libertad ilusoria, fuera de la realidad. 4. El Voluntarismo, al cual cae el hombre cuando desconoce que sólo hay una verdad trascendente y al no aceptarla, pone la confianza en sus fuerzas temporales.
Siguen con 5. El Historicismo, que enseña que el hombre no es más que lo que hace, sin que exista una ley superior. 6. El Naturalismo, que niega que las cosas son creadas y ordenadas por Dios. 7. El secularismo, que enseña que nada es sacro, intocable, digno de reverencia. 8. El proporcionalismo ético, que enseña que los valores sólo dependen de intenciones, de los bienes que produce el ser humano. 9. El situacionismo, mismo que enseña que únicamente importa el presente, el aquí, el ahora. 10. El humanismo ético, cerrado a la trascendencia, intenta des-teologizar y des-ontologizar toda la existencia humana y 11. El cientificismo, mismo que idealiza a la materia y desconfía de lo espiritual, del ideal, de lo trascendental.
Es así que a dicho del Dr. Gómez, estos modelos o corrientes educativas, han ocasionado la crisis que se vive en la educación y por consiguiente, junto a ideologías antinaturales, han enfermado a toda la sociedad, de tal suerte que ya no se sabe hacia dónde se dirige. Así mismo, el Dr. Héctor Gómez, reflexionando sobre el tema, señaló que “La educación debe abarcar al hombre como creado por Dios, dando preminencia al alma, debe prevalecer el ocio contemplativo, el ser antes que el hacer”.
En este sentido explicó que Escuela significa ocio, “traducido este como la actitud del alma por la que el alma ve y se encuentra con el orden creado, es un ocio contemplativo, de ahí nació la escuela, de contemplar lo ocurrido alrededor del ser humano, pero ahora se perdió su sentido, ya que la escuela contemporánea, tiene una pedagogía errónea, lo cual no es aislado, se da dentro de una crisis de la civilización, del mundo moderno o crisis de nuestra era, como lo advierten varios actores”.
Así, en el mismo contexto, dicho conferencista fue categórico al señalar que “La educación es causa y consecuencia, víctima y victimaria de la crisis que se vive actualmente en la sociedad. Se ha modelado un sistema educativo para un tipo de hombre, lejos de la vida contemplativa, de la vida espiritual, para un hombre materialista, inmanentista o meramente terrenal, para un homo faber de la era tecnológica, creador de artefactos, por lo que lo artificial ocupa una posición más vasta en este mundo moderno, donde las maquinas han sustituido al hombre en actividades que eran sólo destinadas para el hombre”.
Sin embargo, el Doctor en filosofía, concluyó su excelente conferencia manifestando que, “el ocio contemplativo, no significa un desdén de las actividades prácticas, éstas son necesarias, no es posición angelical, seudoromántica, somos conscientes que el hombre también es hacedor, pero no se puede separar lo espiritual de lo corpóreo, que por desgracia las corrientes pedagógicas modernas eliminaron totalmente el ocio en la educación…
La contemplación no niega el obrar, sino que lo promueve, no un obrar hacia afuera del hombre, sino hacía el interior que le ayude a alcanzar la felicidad suprema, la cual sólo se logra con la verdad, es por eso que, la educación no puede desatender ni contradecir la naturaleza humana, no puede ir en contra de la realidad, debe reconocer la naturaleza humana, de manera verídica, sin falsedades, sin olvidar la inclinación al mal que todos padecemos y como consecuencia, a efecto de poder confrontar este modelo educativo tan perverso, se necesitan maestros que sean testigos de la verdad y de la grandeza del ser humano, de su trascendencia, maestros que transformen la educación, que sean sabios, que conozcan y enseñen que lo fundamental en la vida, es el cuidado del alma, antes que del cuerpo, los deberes antes que los derechos, lo esencial antes que lo accidental, lo absoluto antes que lo relativo y que antes que los hombres, está Dios”.
Sin lugar a duda, una exposición tan clara que destila congruencia y certeza, y nos hace entender el por qué, en la sociedad actual, se están perdiendo los auténticos valores y principios trascendentales que han sido la columna de la civilización cristiana durante más de dos mil años. Finalmente, el conferencista concluyó que “El maestro que necesitamos es el que sea capaz de hacer de su vida y de su muerte una imitación de Cristo, una pedagogía del Verbo encarnado”; sabia expresión a la cual me adhiero por estar totalmente de acuerdo.
“Fiat Justitia, péreat mundus”.

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