ESQUELETOS EN EL CLOSET

Siglo 21. Nadie está junto

Por Jorge Villalobos

 

No es necesario poseer grandes poderes de observación para darnos cuenta de lo contradictorio de nuestras actitudes hacia el mundo en que vivimos. La gran mayoría de nosotros parecemos estar conscientes de la degradación de nuestro planeta y de nuestros valores humanos, incluso creemos saber cómo resolver dichos problemas, pero permanecemos pasivos en espera de que alguien más se ocupe de ellos. Aparentamos reconocer la parte que nos toca, pero preferimos asignarle la culpa a otros, lo convertimos en asunto político y con frecuencia reclamamos a los gobernantes, o a quienes están en grupos sociales distintos al nuestro.

No son dilemas nuevos. Las letras de las canciones de rock —y de muchas otras corrientes musicales— los han expuesto desde hace décadas.

 

* * *

 

En 1969 la banda británica King Crimson lanzó un violento reclamo social, tan contemporáneo como perenne, en su álbum de “observación” ‘In The Court of the Crimson King’:

 

“Esquizoide del siglo XXI” (“21st Century Schizoid Man”)

(Robert Fripp, Ian McDonald, Greg Lake, Michael Giles, Peter Sinfield, 1969)

 

Garra de hierro de pata gatuna

Los neuro-cirujanos gritan por más

En la puerta de veneno de la paranoia

Hombre esquizoide del siglo XXI

 

Percha de sangre, alambre de púas

Pira funeraria de los políticos

Inocentes violados con fuego de napalm

Hombre esquizoide del siglo XXI

 

Semilla de muerte, codicia del ciego

Poetas hambientos, niños que sangran

Nada de lo que tiene necesita en realidad

Hombre esquizoide del siglo XXI

 

* * *

 

Tiempo después los ingleses Supertramp hicieron una breve observación introspectiva sobre el deterioro ambiental y social, como si un papelerito estuviera pregonando las noticias a leer en un periódico:

 

“Crimen del siglo” (“Crime of the Century”)

(Richard Davies/Roger Hodgson, 1974)

 

“Ahora están planeando el crimen del siglo”.

Bueno, ¿qué será?

“Lea todo sobre sus intrigas y aventuras”.

Sí, vale la pena la tarifa.

Así que enrolla [tu periódico] y mira

Cómo han violado el universo

Cómo han ido de mal en peor

¿Quiénes son estos hombres de lujuria, codicia y gloria?

Arranquemos la máscara y veamos

Pero eso no está bien —oh, no, ¿cuál es la noticia?

Ahí estás tú y estoy yo.

Eso no puede estar bien.

 

* * *

 

En su álbum ‘Audio-Visions’ el sexteto estadounidense Kansas hizo un llamado a reconocer que, en franca oposición a nuestra naturaleza gregaria, a nuestra igualdad como seres humanos, estamos divididos, somos soberbios a pesar de sabernos pequeños; sin embargo al final de la canción expone un atisbo de esperanza:

 

“Nadie está junto” (“No One Together”)

(Kerry Livgren, 1980)

 

Siglos de caminos hacia atrás han dejado a muchos detrás de nosotros

¿Quién puede contar los buenos hombres que se han ido?

Los frutos de todas nuestras labores nos han dejado como empezamos

Hemos llegado demasiado lejos para terminarlo en un día

Parece que todo lo que hacemos está mal

Un viaje de ida a ninguna parte todo el tiempo

Solo mira a tu alrededor y dime lo que ves

Otra estúpida página de la historia

 

Nadie está junto, nadie toca el suelo

Mírense el uno al otro, caos por todas partes

La misma situación, nada es nuevo en realidad

Nadie está junto, nadie somos tú y yo

 

Mira, el cuerno de la abundancia se revienta en la grieta

La cosecha del mundo será nuestro premio

Presumimos que conocemos los secretos, que hemos encontrado las respuestas

Pero, ¿cómo puede un tonto hacer sabio a otro?

Porque nada es mejor de lo que solía ser

Vivir y morir sigue siendo un misterio

Quitamos y no devolvemos nada

Lo consumimos todo y todavía nos falta

 

Nadie está junto, nadie toca el suelo

Mírense el uno al otro, caos por todas partes

La misma situación, nada es nuevo en realidad

Nadie está junto, nadie somos tú y yo

 

Cada día pasó tan rápido que ahora

Puedes sentirlo acercándose mucho más

Las señales están en los rostros de la gente en la calle

Las señales están en el sonido que escucho

Las voces llenas de odio y miedo

Puedes sentirlo acercándose a ti ahora

 

Las multitudes buscan y vagan en vano

Porque lo que buscan no se encuentra en los hombres

La verdad que yace frente a nosotros ahora es clara para que todos la vean

Crecer careciendo no es crecer adentro

Porque en la promesa hay una victoria

Para ver la forma en que todo debería ser

Para sentir la alegría que estábamos destinados a conocer

Deberíamos habernos dado cuenta hace mucho tiempo

 

Estamos todos juntos, la armonía abundará

Mírense entre sí, todo lo que se perdió se ha encontrado

Una nueva situación si nuestra dirección es verdadera

Estamos todos juntos, todos somos tú y yo

 

* * *

 

El español Joan Manuel Serrat podrá haber iniciado su carrera como exponente de la Nova Cançó catalana, pero sus canciones poseen el mismo espíritu de las de cualquier banda de rock, y aunque sus mensajes son más poéticos que de protesta, también ha demostrado su preocupación al respecto en algunas canciones. Su álbum ‘En tránsito’ incluye esta joya compuesta al estilo de una carta abierta solicitando un poco de cordura a la humanidad:

 

“A quien corresponda”

(Joan Manuel Serrat, 1981)

 

Un servidor, Joan Manuel Serrat,

casado, mayor de edad, vecino de Camprodón, Girona.

Hijo de Angeles y de Josep,

de profesión cantautor, natural de Barcelona,

según obra en el registro civil,

hoy lunes 20 de abril de 1981,

con las fuerzas de que dispone

atentamente expone

dos puntos

 

Que las manzanas no huelen,

que nadie conoce al vecino,

que a los viejos se les aparta

después de habernos servido bien.

Que el mar está agonizando

que no hay quien confíe en su hermano,

que la Tierra cayó en manos

de unos locos con carnet.

Que el mundo es de peaje y experimental,

que todo es desechable y provisional.

Que no nos salen las cuentas,

que las reformas nunca se acaban,

que llegamos siempre tarde

donde nunca pasa nada.

 

Por eso y muchas deficiencias más

que en un anexo se especifican,

sin que sirva de precedente

respetuosamente

suplica:

 

Se sirva tomar medidas

y llamar al orden a esos chapuceros

que lo dejan todo perdido en nombre del personal.

Pero hágalo urgentemente

para que no sean necesarios

más héroes ni más milagros pa’ adecentar el local.

 

No hay otro tiempo que el que nos ha tocao,

acláreles quién manda y quién es el mandao.

Y si no estuviera en su mano poner coto a tales desmanes,

mándeles copiar cien veces:

“Esas cosas no se hacen”.

 

Gracia que espera merecer

del recto proceder de quien no suele llamarse a engaño,

a quien Dios guarde muchos años.

Amén.

 

* * *

 

En un tono conciliatorio, semejante al de Serrat, en el álbum Hold Your Fire (Detén tu fuego) el trío canadiense Rush nos exhorta a reconocer nuestras diferencias y asumir nuestra responsabilidad en una actitud que sabemos errónea:

 

“Segunda naturaleza” (“Second Nature”)

(Neil Peart/Geddy Lee/Alex Lifeson, 1987)

 

Memorando a una oficina superior

Carta abierta a los poderes fácticos

A un dios, un rey, un jefe de estado

Un capitán de la industria

A los motivadores y los agitadores…

¿No pueden todos ver?

 

Debería ser una segunda naturaleza

Me refiero a los lugares donde vivimos

Hablemos de esto con sensatez

No somos insensibles

Sé que el progreso no tiene paciencia

Pero algo tiene que ceder.

 

Sé que eres diferente, sabes que soy igual

Los dos estamos muy ocupados como para aceptar la culpa

Quisiera algunos cambios pero no tienes tiempo

No podemos seguir pensando que es un crimen sin víctimas

Nadie está libre de culpa

Pero ninguno tenemos vergüenza

Combatimos el fuego al tiempo que alimentamos las llamas.

 

La gente tiene que tomar decisiones

Y las opciones tienen que tener voces.

La gente es básicamente decente

Diría la sabiduría convencional.

Pero leemos sobre las excepciones

En los periódicos todos los días.

 

Debería ser una segunda naturaleza

Al menos eso es lo que siento.

Ahora me recuesto en la tierra de los sueños

Sé que lo perfecto no es real.

Pensé que podríamos acercarnos

Pero estoy listo para hacer un trato.

 

Hoy es diferente, y mañana igual

Es difícil aceptar el mundo tal como vino.

Demasiados rápidos nos mantienen avanzando

Demasiados capitanes siguen dirigiéndonos mal.

Es duro soportar el calor

Es difícil echar la culpa

Combatir el fuego mientras alimentamos las llamas

 

* * *

 

Estos son apenas unos pocos ejemplos de canciones que intentan despertar nuestras conciencias a dilemas sociales, políticos, ambientales. Algunos de sus versos invitan a reflexión profunda, y cada quién puede hacer la interpretación que mejor le parezca. ¿Serán suficiente, o habrá que ser más claros?

 

* [31 jul. 2022] villalobos7@gmail.com.

 

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