CORRUPCIÓN Y DERECHOS HUMANOS

“¡Ay de los pueblos gobernados por un poder que ha de pensar en la conservación propia!” (Jaime Balmes)
Por FerMan

Que lamentable que México se esté convirtiendo en el país más peligroso para desempeñar el periodismo y más lamentable es que el presidente Andrés Manuel López Obrador no lo reconozca y en vez de brindar soluciones como Jefe de Estado, calumnia a quienes, con datos estadísticos hablan de tan lamentable situación.
Hace unos días, AMLO no sólo se enfrentó con periodistas mexicanos, sino que, arremetió en contra del Parlamento Europeo por haber señalado que en lo que va de su administración, han sido asesinados más periodistas que en las administraciones pasadas, pues las cifras han ido en aumento y colocan a México como el lugar más peligroso para ejercer el periodismo en un país que no se encuentra en una guerra.
Y ciertamente así es, pues de acuerdo con las estadísticas oficiales, lamentablemente 31 homicidios en contra de comunicadores han ocurrido en los tres años que lleva en el poder López Obrador. Si realizamos la comparación con el mismo periodo de las administraciones pasadas, que acaecieron 19 y 26 asesinatos de comunicadores, respectivamente, definitivamente existe toda la razón para que se prendan los focos de alarma y se exponga tan terrible situación.
Se supone que la administración de la Cuarta Transformación iba a cambiar todo, iba a mejorar las condiciones de los mexicanos, iba a haber menos violencia, menos delitos, menos homicidios, menos…, en fin, creo que AMLO le está quedando a deber mucho a los mexicanos, porque nada de lo que prometió se ha cumplido, sino todo lo contrario, ha llevado a México a su peor crisis económica, social y política.
Nos remitimos a las pruebas, a los datos oficiales que inclusive han traspasado nuestras fronteras. Sin embargo, no hay peor ciego que el que no quiere ver, con el debido respeto, pues el presidente López Obrador se cierra en su mundo mágico y no reconoce que su política pública le está haciendo mucho daño a México, porque lo que en realidad pretende es la conservación propia para mantener el poder.
Si realmente quisiera ayudar a los pobres, en vez de realizar obras tan costosas y que no generarán mayores beneficios que aquellos que puedan utilizarlas, como lo son el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” de Santa Lucía, donde se han gastado miles de millones de pesos innecesariamente, dinero que debió ser destinado para comprar medicamentos para los niños con cáncer que día a día se están muriendo, para equipar y comprar medicamento para los hospitales que no cuentan con ellos, para llevar los servicios básicos a todas aquellas comunidades tan alejadas de las ciudades que no cuentan ni con agua potable, luz ni carreteras, que les permita tener una vida digna.
Que lamentable que nuestro presidente se enfrasque en dimes y diretes con todo el mundo, y deja de cumplir con sus principales obligaciones como presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Es por ello que, algún día, la historia se lo demandará.
“Fiat Justitiae, Péreat Mundus”.

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