SE TIENE QUE DECIR

 

Ahora también es un peligro para los mexicanos

Por Cacho

 

La eterna víctima de la política mexicana, el foco de los “complós”, el que lloró en la mañanera del martes, busca por todos los medios, distraer la atención de su ruin y muy desgastado discurso del hombre que combate la corrupción, el que está desapegado de los bienes materiales, pues nada posee y vive con un billete de 200 pesos en su cartera…

Lo malo es que delinque.

Sí, el ente que preside este país, Manuel Andrés López Obrador, comete delito, aprovechándose de su alta investidura para permanecer impune… hasta ahora.

Ya es tiempo de que los mexicanos exijamos el respeto que los gobernantes nos deben, no somos sus lacayos, tampoco sus súbditos.

Aunque así lo crean los que viven en un palacio.

Lo más grave es que quien ocupa el puesto más importante del gobierno de la República, viola flagrantemente la Constitución que juró cumplir y hacer cumplir.

Sí, AMLO pisotea la Carta Magna y no hay consecuencias para él.

El viernes pasado, en su púlpito propagandístico, el hombre se permitió dar a conocer, en cadena nacional, más las plataformas digitales y los arrimadijos que usted quiera y mande, información financiera de un ciudadano de los que él gobierna.

Así es, dio a conocer lo que, según él, gana el periodista Carlos Loret de Mola. Lo hizo con rabia, total ausencia de inteligencia y, sobre todo, con el afán de desprestigiarlo.

Pero eso lo prohíben tajantemente la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanan.

Me permito transcribir lo que a la letra dicen los dos primeros párrafos del Artículo décimo sexto de la Carta Magna mexicana: 

Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. En los juicios y procedimientos seguidos en forma de juicio en los que se establezca como regla la oralidad, bastará con que quede constancia de ellos en cualquier medio que dé certeza de su contenido y del cumplimiento de lo previsto en este párrafo. 

Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley, la cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que rijan el tratamiento de datos, por razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para proteger los derechos de terceros.

Terminan los dos párrafos citados.

Además, el Artículo 6º. en su apartado A, párrafo 2 que reza:

  1. La información que se refiere a la vida privada y los datos personales será protegida en los términos y con las excepciones que fijen las leyes.

De lo anterior, se desprende la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados que en su Artículo uno reza:

Todas las disposiciones de esta Ley General, según corresponda, y en el ámbito de su competencia, son de aplicación y observancia directa para los sujetos obligados pertenecientes al orden federal. (Termina transcripción)

Recalco las últimas palabras: orden federal.

También las fracciones cuarta, quinta y sexta del Artículo 2º (objetivos) de la mencionada ley que textualmente dicen:

  1. Garantizar la observancia de los principios de protección de datos personales previstos en la presente Ley y demás disposiciones que resulten aplicables en la materia; 
  2. Proteger los datos personales en posesión de cualquier autoridad, entidad, órgano y organismo de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos y fondos públicos, de la Federación, las Entidades Federativas y los municipios, con la finalidad de regular su debido tratamiento; 
  3. Garantizar que toda persona pueda ejercer el derecho a la protección de los datos personales; (termina transcripción)

Bueno, pues todos esos ordenamientos y preceptos fueron cínica y descaradamente violados por López en su mañanera del pasado viernes.

Había que defender al cachorro López Beltrán y atacar Loret de Mola, quien con documentos –que, por cierto, ni López, ni alguien en su gobierno han refutado o demostrado su “falsedad”– puso en evidencia un muy posible conflicto de interés creado por el junior que vivió en la casa de un expresidente de la empresa petrolera Baker Hughes, la quinta en contratos con Pemex.

Por añadidura, el lujo en el que vive José Ramón López Beltrán (el hijo mayor) le destrozó a López el discurso de la austeridad republicana y puso muy en entredicho lo del combate a la corrupción.

Bueno, eso había evidenciado el propio AMLO con los casos y las casas de Bartlett; Irma Eréndida Sandoval y John Ackerman; los videos de sus hermanos Pío y Martín López Obrador recibiendo dinero en efectivo “para apoyar el movimiento”; los contratos de la prima del mandatario, Felipa, con Pemex y muchos ejemplos más, que sería cansado enumerarlos todos.

Por lo pronto, el INAI, “le bateó” a López su petición de hacer pública la información de Loret de Mola resguardada por el SAT.

Pero el ente que preside este país ha “balconeado” a Loret dos veces en menos de una semana.

Y lo peor de todo, falsos; lo desmintió el periodista, pues le adjudicaba más de 11 millones de pesos pagados por Televisa en 2021, pese a que dejó de prestar sus servicios en esa empresa desde 2019.

El presidente está acostumbrado a mentir, pero hacerlo y violar las leyes, la Constitución (que juró cumplir y hacer cumplir) ya es bastante grave… además de estúpido.

No por nada en el Índice de Democracia de The Economist; se califica al mexicano como “régimen híbrido”, un escalón abajo del de “régimen autoritario”, léase dictadura.

 

Y como dice el periodista Ricardo Rocha en su columna del diario El Universal, AMLO: ¿el principio del fin?:

“Un evento vergonzante para cualquier gobierno, que está siendo como una granada de fragmentación con efectos destructivos en todas direcciones:”

“-El creciente rechazo de una sociedad que ahora se sabe amenazada en sus derechos humanos más elementales.”

“-La sensación de que nos encaminaos a “una dictadura imperfecta”.”

“-Una baja sensible en la aceptación popular para un régimen que ha fundado su autoritarismo en porcentajes de encuestas y sus millones de votos.”

“-La creciente sospecha de que la ira presidencial se debe a que el tema es solo la punta de un iceberg que se quiere cubrir a toda costa.” (Fin de la transcripción)

Pues bien, dos veces en los recientes días, Andrés Manuel López Obrador ha cometido delitos.

Ahora sí, que la nación se lo demande.

Pues, se tenía que decir… y se dijo.

P.D.- José Ramón López Beltrán embrolló más su justificación al decir que trabaja como abogado para la empresa KEI Partners, creada en 2018 y propiedad de Iván y Erika Chávez, hijos de Daniel Chávez, dueño de Grupo Vidanta.

Dicho emporio posee 200 desarrollos turísticos de lujo, “pero no cobra ni tiene negocios con el gobierno”. No, Daniel Chávez tan solo es “supervisor honorífico del Tren Maya”, un concesionario de las Islas Marías, beneficiario de un gran parque solar en Sonora y miembro del Consejo Económico Asesor del Presidente. Sólo eso.

Pero también hay un detallito que muy probablemente se les escapó a los cerebros de la defensa de lo indefendible: ¿Habrá equiparado José Ramón, aprobado los exámenes y obtenido la licencia de la Barra de Abogados de Texas, que le extendería la licencia para ejercer la profesión en dicho territorio?

Pues es requisito ineludible para ejercer, contar con dicha licencia.

Así las cosas.

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