11 de noviembre de 1872, Donato Guerra toma Chihuahua
Se ha dicho que con el pretexto de adquirir pertrechos de guerra, Luis Terrazas dispuso dinero de la federación y también intervino en las aduanas. En este sentido decretó, refiere Almada, el 5 de enero de 1872, una rebaja de 33 % en los derechos de importación de mercancías en las aduanas fronterizas de Ciudad Juárez y Ojinaga. Reconvenido por el Gobierno federal a dar marcha atrás a sus acciones, y que de no hacerlo, sería puesto a disposición del Jurado Nacional, se hizo el ofendido y quiso renunciar al cargo ante la legislatura local, misma que no le aceptó tal solicitud.
Refiere Francisco R. Almada en su libro «Gobernadores del estado de Chihuahua», que Donato Guerra, unos de los hombres fuertes del rebelde Porfirio Díaz, se enfrentó a Luis Terrazas en la hacienda de Tabalaopa, venciéndolo, con lo que quedaba tomada la Ciudad de Chihuahua.
Este hecho causó una profunda convulsión en la sociedad chihuahuense, la que, como dice el mismo Almada, ya se había acostumbrado a llevar una vida intranquila debido al constante choque de diversos grupos, cosa que era característica en gran parte de la población mexicana, atrapada en el huracán de la inestabilidad social y política del siglo XIX.
Donato Guerra nombró gobernador a Felipe Arellano, el que se dio a la tarea de organizar la administración local a través de los cantones, los que eran controlados por los porfiristas.
Con la muerte de Juárez en 1872, Lerdo, que era el presidente de la Suprema Corte de Justicia, por ley asciende a la Presidencia de la República, situación que viene a calmar los reclamos de Porfirio Díaz. Entre sus primeras acciones como presidente, habría de emitir un decreto de amnistía, para todos los que tomaron las armas.