CHAIROMAQUIA

EL ABORTO: UNO DE LOS DEBATES MENOS ENFOCADOS

 

TOÑO PIÑON

 

El tema del aborto, debate permanente y tal vez eterno por contener altas dosis de ideología y fe, volvió a la viralización a propósito de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde ordena su despenalización total el pasado 7 de septiembre del año en curso. Si bien es cierto la resolución fue para la legislación del Estado de Coahuila, por ser el origen de la controversia constitucional estudiada, las consecuencias son para la totalidad del territorio nacional pues se sentó precedente para que cualquier Juicio de Amparo referente al tema sea resuelto con base en los criterios de esta histórica resolución. Es decir, en la República Mexicana ya no se les dará el trato de criminales a niñas, mujeres y personal médico que tome la difícil decisión de participar en un procedimiento de interrupción de embarazo. Sin duda representa un hecho trascendente en la historia de nuestro país, por tantas cosas que rodean al polémico e importante tema.

Se entiende por aborto a la muerte y expulsión del embrión o feto antes de los cinco meses de embarazo. Después de esta fecha, y hasta las 28 semanas de embarazo se llama parto inmaduro y parto prematuro si tiene más de 28 semanas. Es pues, dicho de otro modo, la interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo. En consecuencia, el pasado domingo 3 de octubre fue convocada por el clero católico y los grupos sociales autodenominados “provida” una marcha de protesta contra la referida resolución de la SCJN, bajo el grito de “¡Vida si, aborto no!”. El choque de posturas se encuentra cuando un sector demográfico desea que el aborto voluntario deje de ser penalizado y esa decisión sea exclusiva de la mujer embarazada, sin el riesgo de ser juzgada como criminal por tal hecho; por otro lado, hay quienes no quieren que a las mujeres les sea reconocido ese derecho a decidir y pretenden que sea prohibido y castigado penalmente. En temas “prohibicionistas” o de posible restricción de derechos, es de mayor relevancia analizar los argumentos que exijan esto último, porque el privar o limitar las libertades de los ciudadanos debe estar plenamente justificado; por tal motivo la pregunta a responder no es ¿porque si debe ser permitido a una mujer abortar?, sino la pregunta clave es ¿porque no? En este sentido hay que analizar las razones que los grupos “provida” expresan del porque nadie debe tener la libertad de decidir al respecto. Es decir, un provida no solo no quiere abortar, sino también quiere que nadie nunca aborte; por tal motivo, al intentar ser restrictivo, es que habría que analizar sus argumentos.

Pero antes de comentar respecto a la argumentación “Provida”, observemos algunos datos. Poner fin a un embarazo es una decisión que toman millones de personas y es más común de lo que se cree; cada año el 25% de los embarazos acaban en aborto (1 de cada 4). Y con independencia de que sea o no legal, la gente sigue necesitando el procedimiento y accediendo de manera habitual a ello. De acuerdo con el Instituto Guttmacher, organización sin ánimo de lucro del campo de la salud reproductiva con sede en Estados Unidos, la tasa de abortos es de 37 por cada 1000 personas en los países que lo prohíben totalmente o lo permiten sólo en caso de riesgo para la vida de la mujer y de 34 por 1000 personas en los que es completamente legal, diferencia que no es significativa estadísticamente (de hecho es un poco menor en países donde está legalizado). Impedir a las mujeres y las niñas el acceso al aborto no hace que dejen de requerirlo, es por ello que los intentos de prohibirlo o restringirlo no consiguen reducir el número en la incidencia pero si obligan a las personas a someterse a abortos inseguros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el aborto inseguro como “un procedimiento para finalizar un embarazo no deseado realizado por personas que carecen de la capacidad necesaria o que se lleva a cabo en un entorno donde se carece de un estándar médico mínimo, o ambos”. La misma organización calcula que todos los años se practican 25 millones de abortos inseguros, la gran mayoría de ellos en países en vías de desarrollo. A diferencia de los legales, practicados por proveedores de servicios médicos capacitados, los abortos inseguros pueden tener consecuencias fatales; tan es así que son la tercera causa más habitual de muerte materna del mundo y dan lugar además a cinco millones de discapacidades en gran medida evitables, según la propia OMS. (https://www.amnesty.org/es/what-we-do/sexual-and-reproductive-rights/abortion-facts/).

Pero volvamos al tema de analizar los principales argumentos de quienes se oponen férreamente a que el aborto sea legal y seguro.

 

  • El aborto es asesinar un bebé”. Dicha frase muy recurrida es incorrecta por donde se vea. Un cigoto o embrión es un conjunto de células solamente, que después de cierto proceso podría llegar a ser un feto, luego quizá un bebé. El problema es que en nuestra cultura tendemos a ver un embarazo ya sea desde el punto de vista religioso o también sentimental-familiar, donde desde que una mujer da positivo a una prueba de embarazo, asumimos a ese embrión como un bebé ya parte de la familia, hasta con nombre y con planes futuros. Sin embargo, se debe ser frío y realista al asumir este hecho, cuando se trata de leyes y políticas públicas, “desvistiendo” al embarazo de todo tipo de consideración religiosa y sentimental. 
  • Mejor deberían cerrar las piernas o quitarse la matriz, eso si es decidir sobre su cuerpo”. Esta frase, además de misógina, desafortunada y nefasta, es por demás equivocada. Hay un mundo muy muy muy grande fuera de nuestra realidad, contexto y cultura, donde millones de personas no tienen siquiera acceso a la educación, métodos, criterio, ni recursos, para los cuales la actividad sexual es sumamente primitiva, inmadura, incluso algo infantil y carente no solo de información al respecto sino de cualquier medio material de vida digna. Es común caer en el error egoísta de realizar juicios de valor con base en nuestro contexto y realidad sin reparar en realidades totalmente distintas. En cuanto a lo de “quitarse la matriz”, ni siquiera veo necesario abordar lo absurdo que es este argumento, pues denota igual o mayor ignorancia y falta de criterio que las personas desfavorecidas a las que me refería.

Hay otras como donde comienza la vida y la falsa creencia de que la legalización pudiera resultar en promoción a esta conducta, y esto lo analizamos aquí a continuación, al hablar de cómo se descontextualiza el debate al respecto y se pierde totalmente el enfoque.

 

Entre más se leen comentarios en redes sociales de este tema más queda claro la poca reflexión que hacemos de las cosas. Nos hacemos preguntas equivocadas y por tanto las respuestas nunca serán correctas, por eso es importante centrar los debates en los puntos reales, que nos pueden llevar al entendimiento de las cosas y no divagar en argumentos fuera de lo esencial. En el caso del aborto, es muy común que se pierdan tiempo y energía argumentando lo que resulta inútil, y aquí citamos algunos ejemplos. 

  • Este debate NO es si se está a favor del aborto o no, sino si se criminaliza a una mujer que tome esta difícil decisión. La diferencia en la perspectiva es importante, pues un procedimiento tan complejo en todos los aspectos, no puede ser agradable para nadie, ni deseado, ni buscado y por tanto, nadie estaría a favor de que esto ocurriera. El tema central es si se le da el trato de criminal a la niña, joven o mujer que debe tomar esta lamentable opción.
  • Tampoco el debate es si deba existir o no, pues el aborto seguirá existiendo, solo que puede hacerse de manera controlada, en ambiente seguro, por el bien justamente de las vidas humanas. Prohibirlo no es desaparecerlo, sino “voltear para otro lado” mientras ocurre. Es abandonar a un grupo de subalternos (o desfavorecidos) para que hagan a escondidas lo que no quiere ver otro grupo social con mayores privilegios (me refiero a “desfavorecidos”, porque quienes tienen capacidad económica pueden viajar al extranjero a costearse el procedimiento).
  • Tampoco la preocupación debe ser si se promueve o no esta conducta al despenalizarla, pues al ser algo tan complicado en la salud física y mental, incluso mezclada con cuestiones de fe e ideología, podemos estar seguros que SOLAMENTE quienes estaban ya dispuestas a abortar y son capaces de hacerlo al ser ilegal, serán las mismas personas que probablemente lo harán al ser legal, nada cambia al respecto con la legalización. No es como que salgan corriendo las mujeres a las clínicas para aprovechar este servicio solo porque la Corte dijo que no se debe penalizar. Quien era incapaz emocional, psicológica e ideológicamente hablando, de realizarse este procedimiento, lo seguirá siendo independientemente de lo que diga la SCJN. Quienes no tenían ese tipo de prejuicios contra el aborto, seguirán viéndolo como una opción para quienes así lo requieran. Nada se modifica al respecto.
  • Menos es una discusión sobre si hay vida o no en un embrión, porque de hecho hay vida desde el espermatozoide y no veo a nadie acusando de genocidio al hombre que se masturba (aunque se oiga absurdo, ¡el argumento es real!) Si se va a hablar de vida, hablemos pues desde donde inicia la misma. Por supuesto que hay vida en un embrión, como hay vida en el corazón, en los pulmones y en cualquier órgano del cuerpo. Si bien es cierto no se considera al cigoto como un apéndice de la mujer, está más cerca de serlo que de ser una persona independiente; es decir, si extrajéramos el óvulo fecundado y lo ponemos encima de una mesa, termina por morir, así como si hacemos lo mismo con un corazón que eventualmente dejaría de latir, porque son parte de un funcionamiento orgánico, armonioso, donde no tienen vida propia de forma independiente. El óvulo fecundado es potencialmente un embrión, luego potencialmente un feto, que potencialmente pudiera llegar a ser un bebé nacido, pero no es esto último hasta que no se cumple cierto proceso y no deja de ser este proceso parte del cuerpo de una mujer, pues así como tiene funciones digestivas, circulatorias, respiratorias, etc, también tiene su función reproductiva y en el cuerpo femenino, parte de esa función es ser huésped de un embrión que en ese momento solo es un conjunto de células tendientes a formar un feto en el futuro, pero que definitivamente no podría considerarse una vida independiente, mucho menos una persona.
  • Obviamente no debiera ser un debate de creencias religiosas, ya que todos los ciudadanos somos libres de creer o no creer y la ley debe ser ajena a estas consideraciones (ya cada quien se entenderá con su ley divina y rendirá sus cuentas, pero la ley del hombre debe de ser pareja). Por mucho que la gente “provida” ha tratado de fundamentar su postura con ciencia y derecho para vestirse de mayor legitimidad, han fracasado en el intento por ser sus motivaciones reales y de fondo al oponerse al aborto seguro, las consideraciones religiosas, ideológicas y sentimentales. Válido todo esto en el fuero personal o familiar pero impensable en la creación de leyes, que deben ser generales, abstractas e impersonales; es decir, desprovistas de una ideología en específico.

¿Es tan difícil entender que una ley no debe aniquilar una forma de pensar para elegir otra? Es decir, si alguien no está de acuerdo con el aborto, está en plena libertad de abstenerse a hacerlo, recomendar a todo el que quiera a que no lo haga y educar a sus hijas con esa manera de pensar si así lo decide; pero quienes piensan de distinta manera deben tener la misma libertad de acción y de educación al respecto. Como conclusión hacemos énfasis en lo siguiente: la despenalización del aborto no va a aumentar la incidencia en esta conducta; no te va a obligar a hacerlo si no quieres; no va a meterse a tu casa a contradecir la manera en que tú quieras educar a tus hijos; y no va a cambiar absolutamente nada en tu forma de vida, ¡nada!; Solamente va a permitir que quienes siempre han tenido este hecho como una opción en caso de requerirlo y quienes desde su contexto desfavorecido lo puedan necesitar, lo hagan en un ambiente seguro, controlado, higiénico y con los menores riesgos posibles. ¿Eres provida? Entonces alégrate: tu forma de vida no va a cambiar nada y otras personas que piensan diferente a ti podrán contar con atención médica reproductiva adecuada para no morir.

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