VIAJE EN CARRETERA

 

El Arte Urbano y su responsabilidad social

Por Violeta Rivera Ayala

 

Hola, bienvenidos a este nuevo #Viajeencarretera, la semana pasada participé en un panel titulado “ResiliART: El Arte Urbano y la Paz”, el cual me pareció tan interesante que me latió dejar en este espacio algunas conclusiones e impresiones al respecto, a fin de extender las reflexiones que hicimos sobre el quehacer artístico actual, la relación entre los artistas y su comunidad, y otros aspectos en los que profundizaremos más adelante.

El evento fue organizado por el Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua, dentro de la segunda edición de la semana de actividades “Chihuahua Capital Creativa”. En la mesa participamos: Antonio Leal “Terremoto”, “Perrograf”, Danya Okany y yo como “Viocolor”, moderados por Cynthia Santoyo Robles, de la UNESCO México.

Ya antes, hace un par de años, coincidimos los colegas presentes en la pinta de murales en Riberas de Sacramento, colonia del alto riesgo en el norte del país, misma que a través de esta iniciativa del gobierno municipal ha transformado su aspecto hasta hoy en día llegar incluso a catalogarse como un sitio de interés cultural y turístico, gracias a las decenas de bardas intervenidas por los ciudadanos y artistas invitados, dándole una nueva identidad a sus calles.

Salió al tema que debido a la pandemia este proyecto que no había parado desde entonces, se detuvo casi en su totalidad, sin embargo, para los colonos, así como para nuestros clientes y en general para la sociedad, han sido momentos que dentro de todo lo que ya sabemos que ha conllevado esta crisis mundial, ha servido para revalorar el trabajo artístico, notando la importancia de rodearnos de elementos que nos reconforten, nos lleven a pensar, a sentir, a constatar que el Arte es fundamental en nuestro andar cotidiano y que más que una disciplina, ha resultado ser un bálsamo para muchos.

A través del StreetArt se democratiza esta necesidad tanto de los creadores por expresar ideas y conceptos, como de los ciudadanos que tienen derecho a que dentro de la contaminación visual plagada de anuncios publicitarios, fotografías de políticos en campaña o no, dentro del dolor social que nos aqueja al ver tapizado de posters y lonas de desaparecidos, de las exigencias de las ONG´s, dentro de eso los artistas competimos por dar aire, vida, colorido, y ser como el bosque en medio del tráfico, un pulmón que nos descanse el alma y la vista.

Esto no significa que únicamente nos enfoquemos en embellecer con elementos armónicos, muchas veces también hay protesta, exigencia y un llamado a la conciencia, desde una perspectiva estética. Tal fue el caso por ejemplo del proyecto “Lotería 43: metáfora de una búsqueda” en el que más de 60 pintores y poetas alzamos nuestra voz artística en solidaridad con los estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa, al grito de: “Vivos se los llevaron y vivos los queremos”.

Durante las intervenciones en el panel de ResiliArt, se planteó que no sólo el Gobierno debe proveer de espacios y programas para el desarrollo del Arte, sino que también podemos aliarnos con la iniciativa privada, por ejemplo para que la publicidad que inunda las calles cuente con un sentido artístico. También con los políticos para que lo mismo suceda con sus campañas e igualmente con los negocios que acuden como estrategia a la rotulación de bardas, a fin de que complementen su información mediante contenido creativo, y más ahora que cada vez los muralistas y grafiteros estamos más preparados tanto en las diferentes técnicas y posibilidades expresivas, como en su fundamento.

Cierto que tal vez ahora estemos hablando de idealismos, pero hay que empezar y promover estas prácticas, quizás tardemos un siglo, o dos o tres, o diez años, pero por qué no soñar en que esto se normalice logrando ciudades enteras llenas de colorido; ya en Riberas de Sacramento se deja ver parte de esto y en países como Colombia ha sido una estrategia para la promoción de la paz y erradicación de la violencia, asimismo, en Barcelona prácticamente las calles eran tomadas en libertad como un lienzo, no obstante, las políticas han puesto freno recientemente.

Muchas veces no hay tiempo o recursos para la contratación y convocatoria de artistas y tal vez no aplica a todo, ante pesquisas por mencionar una veta, es más rápido y efectivo pegar copias con descripciones, pero hay otras acciones que se pueden hacer a la par. Por ejemplo, hace meses desapareció una chica saliendo de San Pancho, Nayarit, y convocaron a ilustradores a plagar las redes sociales con su imagen; hoy en día ella permanece en la mente de todos, en los rezos, en la Fe y no ha habido descanso, se sigue luchando por encontrarla, evitando dejar en manos de las autoridades todo el trabajo, hermanándonos ante esta situación a través de varios soportes y dando una mayor continuidad, seguimiento y esfuerzo, a pesar de que por medios oficiales quizás la búsqueda al parecer ya ha terminado.

En Chihuahua fue asesinado brutalmente un poeta y ente cultural muy querido y admirado, y como comunidad cultural, a la par de exigir justicia, respondimos con homenajes y lecturas públicas y seguimos en este grito abrazándonos del Arte para entre todos y con lo que mejor sabemos hacer, ir sanando este vacío imposible de reponer pero sí de poner el dedo en la llaga haciendo evidente que vivimos en un estado permanente de inseguridad, en donde a diario estamos expuestos y vulnerables.

Con las Mujeres de la Penal en Jalisco tengo un proyecto de pintar 60 m2 de murales, a fin de que plasmen ahí sus esperanzas, sueños y vean más vida y colorido en su día a día; penosamente por cuestiones ajenas se han prolongado el tiempo para arrancar, pero más tarde o temprano iniciaremos con este hermoso propósito al que se inscribieron 50 internas para participar.

Otras acciones sociales en las que nos hemos involucrado los artistas plásticos en espacios públicos son el muro fronterizo con Dreams Across Borders para apoyar la travesía de los migrantes. Eventos masivos del orgullo LGTB+, aquí tuve la oportunidad de asistir al Nuit Rose en Toronto Canadá. Y bueno qué decir de las acciones feministas por la exigencia de la equidad de género, particularmente reafirmando el “Yo sí te creo”, y destacando que hombres y mujeres somos complementarios; la educación para revalorar el papel de la mujer en la historia y su relevancia en el presente es tarea de todos, comenzando desde casa.

Hace poco, junto con el equipo de Rutas Plásticas A.C., conocí al Director de Cultura de la Universidad Panamericana de Guadalajara, Ignacio Acosta, quien señaló un concepto interesante: “los indigentes culturales”, (tal vez le dedique un capítulo aparte) que no son más que aquellos que carecen de formación en la apreciación y sensibilización por las artes, condición que puede afectar a todas las clases sociales, lo que nos regresa la revaloración de la enorme labor de los artistas urbanos que llevamos Arte hasta las puertas de los hogares, desmitificando el que luego sea considerado como exclusivo o propio de galerías y museos de una élite.

Para finalizar el panel, Cynthia Santoyo nos preguntó acerca del Arte en tiempos de pandemia; concluimos que hoy más que nunca los artistas y la comunidad estamos unidos y creemos en el poder universal de la creatividad, la empatía y el compromiso con el Arte, porque ninguna pandemia lo detiene, es resiliente por naturaleza y es menester defenderlo, darle su valor, profesionalizarnos y aliarnos todos los creadores para darle su mejor cauce.

Los artistas sólo somos un medio… Un medio para la paz, para generar conciencia, un medio mortal encargado de darle continuidad a algo inmortal que desde siempre es y ha existido, y que tiene que ver con las preocupaciones y cuestionamientos humanos, y el acercamiento o el intento por encontrar respuestas.

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riveraviocolor@gmail.com

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