VIAJE EN CARRETERA

La autenticidad es una máquina del tiempo

(A propósito de la infancia)

Por Violeta Rivera Ayala

 

Buen día, vámonos a este viaje dominical, ahora qué les parece si en motocicleta. Como acaba de pasar el día del niño y mucho se dice sobre mantener vivo a tu pequeño interior y más a propósito de esta fecha, pensé en qué es lo que más he disfrutado de la edad adulta y a la vez me conecta o conectó con esa chispa tan necesaria para recargar energías y seguir este trayecto llamado vida.

Soy una persona que juega mucho y recurre a la etapa infantil para crear, en gran medida supongo que todos nos asomamos a esa ventana y si no lo hacen, es una invitación, no importa cómo hayan pasado esa fase, regresar es como tener una máquina del tiempo y si te enfocas en rellenar los huecos, sanar los dolores, perdonar, recuperar tu esencia, abrillantar lo lindo, mejorará nuestro presente y futuro.

¿Cómo se puede volver al pasado para ver cambios en nuestro hoy? Existen varias opciones, las dos que considero principales o más al alcance son la meditación y la autenticidad. No se trata sólo de recordar sucesos y ver fotografías, o nos estancaríamos en la nostalgia, para nuestro yo interno el tiempo no existe, por eso cuando nos encontramos con amigos de antaño volvemos a reír de las mismas anécdotas que pasamos, como si apenas las estuviéramos viviendo.

Tampoco se trata de cerrar los ojos a una realidad más complicada para unos y menos para otros, pero sí ver una luz que nos permita imaginar que hay opciones para mejorar nuestra existencia. Siempre es posible, aún en el asfalto puede crecer una flor, aún en los peores escenarios hay opciones para virar, todo depende de la visión y el optimismo personal del que dispongamos para enfrentar las cosas. Me vino a la memoria la película “La vida es bella” en la que un hombre insta a la fantasía como método de salvación ante las atrocidades que suceden en un campo de concentración nazi. También me acordé de la película “Tideland” en la que vemos una cruda fatalidad, igualmente desde la fantasía a los ojos de una pequeña llamada Jeliza.

Para los artistas esa ventana hacia la primera etapa está siempre abierta, es un requisito. Para todo el que ama lo que hace, es un requisito. Ahí vamos escudriñando la opción de la Autenticidad como máquina del tiempo, que a su vez tiene que ver con la congruencia entre lo que se piensa, dice y hace. Picasso señaló que “todo niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo artistas una vez que crecemos” y Rainer María Rilke recomendó en Cartas a un joven poeta, que si se te agotan los temas para escribir, siempre será posible invocar a la infancia, esencial para el trabajo de un creador.

Los niños juegan a ser adultos, ¿eres el adulto con el que soñaste? Delphine De Vigan afirma: “A veces me digo que hacerse adulta tan sólo sirve para eso: reparar las pérdidas y los daños del comienzo. Y mantener las promesas del niño que hemos sido.

Actividades que disfrutes como loco, eso es lo que nutre y hace que te acompañe tu yo de tres, cinco, siete años. Pintar, bailar, correr, nadar, disfrutar la naturaleza, un helado, armar cosas, descubrir el mundo, maravillarse de una puesta de sol, ir a la playa, agradecer, reír, cantar, amar, leer, viajar, aprender cosas, andar en bici, snorkelear, bucear, cantar, patinar, soñar. ¿Se fijan que son acciones? Son verbos activos, por eso te dan pila para vivir, para enfocarte en ti, porque uno es la persona más importante del mundo, evita cederle tu trono a otros.

En los aviones dicen que en caso de presurización primero se ponga uno la mascarilla, para sólo entonces ayudar a los demás. ¿Sabían que si hubiera un accidente aéreo y no te has puesto el oxígeno, te desmayas en 30 segundos? Es imposible auxiliar a otros si no estás bien y a salvo. Aplica para todo. Hay una frase trillada popular que dice “mis hijos son mi motor” yo difiero totalmente porque entonces les estás dejando una carga muy pesada a ellos. Tú debes ser tu propio motor, tú puedes ser tu propio hijo que cuidar, apapachar y consentir. Y entonces, estando bien, puedes compartirte con los demás y enseñarles que cada uno es un motor propio cuya misión es aprovechar que si ya estamos en este mundo, hacer que valga no la pena sino la alegría.

¿Por qué al principio dije que hoy viajaríamos en moto? Porque precisamente esa ha sido una de las experiencias más emocionantes que han hecho feliz a mi niña interior, desde manejar una vespa por toda la orilla del mar en Cozumel. Aferrarme al conductor de una Harley a 220 Km/h en una recta por la libre a Mazatlán. Subir por las sinuosas curvas de la carretera al Pico de Orizaba. Frío extremo en madrugada por Puebla. Romper olas en una moto acuática. Llanta tronada en Tepic. Dar vueltas por la ciudad en una moto deportiva en Chihuahua. Disfrutar del viento y maravillosos paisajes oaxaqueños. Lo dejo como apuntes de las aventuras que les contaré en una próxima colaboración.

Gracias.

https://viocolor.mx

riveraviocolor@gmail.com

Mostrar más
Botón volver arriba