SE TIENE QUE DECIR

 

El mentiroso que no iba a endeudar al país

Por Cacho

 

En 2018, el ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dijo en una entrevista que le hicieron en Milenio TV “no va a crecer la deuda pública, no vamos a endeudar al país”… a prácticamente dos años y medio de su mandato, la administración que encabeza ha pedido préstamos que presionan aún más las finanzas del país.

Y sí, la pandemia tiene que ver con la parálisis económica, pero los créditos contratados nada han tenido que ver con el creciente débito público.

Me explico:

Solamente con el Banco Mundial, el gobierno de López ha contratado deuda por un total de 3 mil 855 millones de dólares (mdd); el primero de estos créditos fue por 400 millones de dólares con fecha 28 de marzo de 2019, el más reciente fue por un  monto de 750 millones de dólares, con fecha 21 de enero del año en curso.

Bastaron poco menos de cuatro meses para que el mandatario rompiera su palabra (nada raro en él, por el contrario, es su modus operandi), de no endeudar al país. Es justo mencionar que los dos primeros créditos ya están cerrados, el de 400 mdd y uno más de 500 mdd.

Pero ahí quedan aún casi tres mil millones de billetes verdes que hay que pagar con todo y los intereses que vayan generando.

Sólo por morbo y para hacer enojar a los defensores a priori de AMLO, el gobierno corrupto de Enrique Peña Nieto solicitó en todo su sexenio préstamos por un total de 2 mil 331 millones de dólares.

No sabemos dónde o en qué se usaron los recursos del sexenio anterior, pero los del presente, menos.

Parece que se han ido por la coladera.

Ya antes había abordado el tema de las pérdidas de Pemex, un barril de petróleo sin fondo, más parecido a una coladera de drenaje pluvial limpia, probablemente ahí se han (tirado) aplicado algunos milloncejos de los dólares prestados, pero en realidad, no lo sabemos.

Ahora toca relatar algunos de los problemas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Uno que por su tamaño cobra relevancia es que la Empresa (im)Productiva del Estado, reportó que a diciembre de 2020 el monto de su deuda total ascendió a 362 mil 157.7 millones de pesos.

Otra coladera para los fondos de la Nación.

El miércoles pasado, la dependencia enteró a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión el Informe sobre el Uso del Endeudamiento al segundo semestre de 2020.

La CFE también dio a conocer que contrató líneas de crédito y se considera cubrir una porción del débito para mitigar la exposición cambiaria.

Ahí va nuestro dinero.

Y ahora, no con el afán de remover heridas de la 4t que no han sanado, pero sí, habrá que recordar que prácticamente desde el inicio de la presente administración federal se endeudó al país.

Mucho se ha manoseado el asunto de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), que por cierto motivó un sismo en la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por las cifras manejadas y posteriormente corregidas, pero ahí van unos cuantos datos duros.

La ASF dio a conocer que el daño patrimonial ronda los 331 mil millones de pesos, cifra que ha sido corregida en varias ocasiones por evidentes presiones desde lo más alto de la pirámide gobernante.

Precisamente, la controversia ha girado en torno a esos números porque el jefe del Ejecutivo federal sostiene que “solamente” fueron 100 mil millones de pesos.

Como si de muy poco dinero se tratara, pérdidas son pérdidas.

En fin, hay que agregar el costo del aeropuerto de Santa Lucía, que aparentemente será de más de 100 mil millones de pesos, aunque el cálculo está en duda, debido a los aumentos del gasto presupuestal sufridos en 2020, de alrededor de 128 por ciento superior al aprobado, que fue de 5 mil 372 millones y que finalmente, ascendió a 12 mil 257 millones.

Un socavón en las finanzas públicas, por el pago de indemnizaciones y bonos, servicio de la deuda, además de comprometer los fondos que debieran emplearse en mantenimiento del aeropuerto mediante los recursos derivados de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), pagada por cada pasajero que usa la terminal aérea.

Curioso gusto de la 4t por gastar el dinero de mantenimiento en cosas ajenas al mismo. Remember la Línea 12 del Metro.

Lo anterior hay que aderezarlo con las cifras de Carlos Urzúa, primer secretario de Hacienda de AMLO, quien sostiene que 80 mil millones de pesos ya habían sido invertidos o estaban a punto de serlo, además de los 160 mil millones en bonos que, muchos de ellos, siguen en manos de inversionistas, la mayoría extranjeros y representan otros pasivos para la nación.

Agrega Urzúa en un artículo publicado en el diario capitalino, El Universal, que para evitar consecuencias legales con los tenedores de los bonos, el gobierno tuvo que recomprar a un costo elevado mil 800 millones de dólares y aumentar las garantías para los tenedores de bonos aún vigentes que suman 4 mil 200 mdd.

Así que como se ve, López Obrador queda evidenciado una vez más como un mentiroso, unos dicen patológico, otros opinan que perverso, pero eso a cuatro de cada 10 trabajadores mexicanos que han caído en pobreza laboral no les interesa.

Ese es otro dato duro y contundente.

Dicho indicador, representado por trabajadores cuyos salarios son insuficientes para adquirir la canasta de alimentos mínima, es de 39.4%, que pese a lo que la 4t ha presumido de haber aumentado el salario mínimo como nunca en la historia, representa un mayor del nivel de empleados en esa situación, con relación al 2020 que se ubicó en 35.6 por ciento.

Definitivo, hay que sacarle las manos del presupuesto a ya sabes quién, votando por una mayoría opositora a sus caprichos en la Cámara de Diputados. Este seis de junio, el compromiso de los mexicanos libres de pensamiento y críticos de los gobiernos del pasado y el presente, es crear en principio, ése contrapeso al escandaloso acopio de poder en una sola persona.

Esa persona que rechazó el lujo de Los Pinos para vivir nada menos que en un palacio.

Hipócrita ¿no?

Pues, se tenía que decir… y se dijo.

Mostrar más
Botón volver arriba