LO QUE NO SOMOS TODOS LOS DÍAS

 

En 1892, festejos del Primero de Mayo en Chihuahua

Por Mario Alfredo González Rojas

 

El Día del Trabajo es celebrado en México el primero de mayo, como recordatorio de las luchas obreras, las que tuvieron su momento más candente en Chicago en 1886. Ya con este serán dos años seguidos que no hay festejos en esta ciudad de Chihuahua, debido a la pandemia de la Covid-19.

Nos quedaremos otra vez sin desfile, sin las pancartas, las mantas, las cartulinas; y los gritos ficticios, otros sinceros en los que se pedían mejores condiciones laborales, mejores salarios. Aunque no se alcanzara ninguna de las demandas, se sentía el desahogo -el que es a veces muy saludable- de los que no tienen los conductos adecuados, decisivos para lograr sus anhelos.

No está por demás recordar datos directos del por qué se hicieron los primeros festejos en el mundo, en honor de las luchas obreras. En México es el uno de mayo; en otros países cambia la fecha, pero no su significado. El presidente de Estados Unidos, Stephen Cleveland, promulgó la Ingersoll, un decreto que establecía 8 horas de trabajo; sin embargo, los empleadores se negaron a acatar la disposición, por lo que los obreros que habían exigido en Chicago mejores condiciones de trabajo, salario justo y una jornada de 8 horas, se levantaron en una gran protesta.

El primero de mayo de 1886, vino la huelga con 80 mil trabajadores manifestándose, liderados por Albert Pearson; luego aumentó el número de inconformes en 5 mil huelgas simultáneas en el país. La policía mató el 1 de mayo a varios trabajadores, y una bomba estalló el 4 de mayo. Resultado: cinco trabajadores a la horca, dos condenados a cadena perpetua, uno a 15 años de trabajos forzados.

En México, en 1913, por primera vez se celebró el Día del Trabajo con una marcha de 20 mil obreros, que exigían al gobierno la jornada máxima de labores de 8 horas. Álvaro Obregón promulgó en 1923 el 1 de mayo como Día del Trabajo, y Plutarco Elías Calles, emitió el decreto para establecer en 1925 la celebración oficial.

En el Porfiriato acontecieron entre otras manifestaciones de inconformidad de la clase trabajadora, las huelgas de Río Blanco, en Veracruz, y la de Cananea, en Sonora. Desde mediados del siglo XIX, se habían sucedido represiones a movimientos de protesta en distintos lugares del país. No obstante, las huelgas aludidas fueron incentivos de mucho peso, para integrar el expediente de inconformidades que detonarían el movimiento armado de 1910.

El 1 de junio de 1906, estalló la huelga en Cananea ante la intransigencia patronal por mejores condiciones laborales y mejores salarios. Entonces, se recurrió con la complacencia de la dictadura, a la intervención de cuerpos represivos de Estados Unidos. Poco después, el 6 de enero de 1907, acaeció la huelga en la fábrica textil de Río Blanco, en la que se sofocaron brutalmente las protestas de los trabajadores. Ambos movimientos fueron semilla fecundante para acabar con el “mal gobierno”.

A propósito de esta sed de justicia de las clases oprimidas, el historiador chihuahuense Alfonso Escárcega, recuerda en su libro “Gajos de historia chihuahuense”, que la primera huelga en el estado de Chihuahua, fue en 1881 en Ciudad Juárez. Luego el 21 de enero de 1883 estalló la huelga en Pinos Altos, correspondiente al municipio de Ocampo.

Poco más tarde y antes que en la capital del país, se realizó el primero de mayo de 1892 en la ciudad de Chihuahua, el primer desfile en homenaje a los Mártires de Chicago. Participaron las organizaciones de trabajadores, entre ellas la Sociedad Cooperativa Mutualista de Obreros. La marcha inició en la Plaza Hidalgo para terminar en el Paseo de San Felipe, llamado después Parque Lerdo, en donde hubo discursos, según recuerda el historiados Escárcega.

Mostrar más
Botón volver arriba