
A este presidente “le están estorbando” la democracia y las leyes
Por Cacho
Curiosamente, Andrés Manuel López Obrador, quien llegó a la presidencia de la República mediante un proceso libre y democrático, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), ya no aplaude las decisiones del organismo, como lo hizo aquel 2 de julio del año 2018.
Ahora le estorba, lo enfurece.
Lo mismo le sucede a López con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, (TEPJF).
Lo anterior viene a colación por las decisiones colegiadas tomadas por ambos organismos, en referencia a retirar las candidaturas de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón Orozco a los gobiernos e Guerrero y Michoacán, respectivamente, que no fueron del agrado del mandatario nacional.
El INE, en dos ocasiones, basándose en la ley electoral sancionó con el retiro de candidaturas a los dos aspirantes porque no presentaron en tiempo (lo hicieron extemporáneamente y mediante apercibimiento) sus gastos en el periodo de precampaña.
Ambos políticos morenistas se inconformaron ante el TEPJF y obtuvieron el mismo resultado: el imperio de la ley.
Y la votación de los magistrados fue casi unánime (6-1), sólo el presidente del Tribunal, José Luis Vargas votó en contra de los elementos probatorios de la violación a la Ley Electoral.
Ante este panorama, el presidente López, arremetió en su conferencia matutina del miércoles, tanto contra consejeros del INE como contra magistrados del Tribunal Electoral.
Se atrevió a decir que los magistrados y consejeros electorales no son demócratas, lo negó categóricamente y no sólo eso, dijo que conspiran contra la democracia.
Acusó a seis conocedores y garantes de la ley electoral de ser conspiradores contra la democracia. Lo curioso es que no mencionó cómo es posible que solamente un magistrado, Vargas, haya votado contra la resolución.
¿Le pesará acaso a José Luis Vargas la investigación que le inició, curiosamente en el año 2019, la Unidad de Inteligencia Financiera por movimientos sospechosos en sus cuentas bancarias? Remember a Eduardo Medina Mora, que al menos dejó de hacer daño en la Suprema Corte y renunció.
Recuérdese que Vargas fue artífice en la negación del registro al partido México Libre de Margarita Zavala y el que ayudó a López Obrador al alargar “de manera indefinida” la investigación contra su hermano, Pío López Obrador, luego de que se dieran a conocer videos donde se le observa recibiendo dinero para financiar a Morena.
Qué curioso, a ése sí, López lo tiene en el concepto de demócrata.
En el caso del Instituto Nacional Electoral, además de acusar de conspiradores contra la democracia, a aquellos que bajo su tutela se llevó a cabo el proceso en el que Andrés Manuel ganó la Presidencia de la República (salvo por cuatro de ellos que ya fueron nombrados bajo el régimen de López y con la participación para escogerlos de su fiel y domesticado propagandista John Ackerman), también amenazó con desaparecerlo.
Sí, López ya no quiere INE.
Al fin y al cabo ya es presidente y está acumulando todo el poder en torno a su persona, pues se ve, preocupantemente, que tiene prácticamente doblegados los organismos y a los otros poderes de la nación.
Ya se le olvidó lo que dijo cuando ganó la elección de 2018cuando dio un discurso en el que dijo que no aspira a instalar una dictadura “abierta o encubierta” y que su pensamiento se sintetiza en una frase: “Por el bien de todos, primero los pobres”.
“Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido. Habrá libertad empresarial, libertad de expresión, de asociación y de creencias”, dijo en ese entonces, pero ya está evidenciando que su perorata de “no mentir, no robar, no traicionar”, es jarabe de pico.
Miente o falta a la verdad al menos 86 veces en promedio durante cada una de las mañaneras, con el aumento de la pobreza, la quiebra de micro, pequeñas y medianas empresas, traicionó a quienes confiaron en salir de la pobreza y a los que general más del 80 por ciento del empleo (riqueza) en el país.
Con respecto a no robar, pues en la 4t se despachan con la cuchara grande, al menos, nada se ha visto de beneficio en la desaparición de fideicomisos, y el haberse gastado el Fondo Especial para Imprevistos Presupuestarios (FEIP) de casi 300 mil millones de pesos, ni el Fondo para Gastos Catastróficos en el sector salud, que hoy tiene sin medicamentos a niños con cáncer, entre otros.
Por otra parte, el aún denominado como Honorable Congreso de la Unión, actúa gracias a la mayoría sobrerrepresentada de diputados que se pliegan al más mínimo deseo del presidente y a la superioridad de votos leales en la de senadores, como una extensión más del Poder Ejecutivo.
Acuérdese, las leyes enviadas por López, pasan sin modificarles ni una sola coma.
Con respecto al Poder Judicial, el presidente de la Suprema Corte de Justicia y a la vez del Consejo de la Judicatura Federal, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, dio una de las mejores lecciones de sumisión jamás antes vista en ese nivel de la política mexicana.
Ante la propuesta, aprobada por los fieles legisladores morenistas y aliados, para a través de un artículo transitorio, pasado sin discusión, a último momento, con absoluta perversidad, de extender casi dos años su función como Magistrado Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se hizo ganso, perdón, pato.
Dijo: “La Corte decidirá la constitucionalidad de la ampliación del mandato”
Caray, un juez cualquiera, con un gramo de dignidad y congruencia diría que su periodo dura cuatro años y se da por satisfecho al haber servido ese tiempo a los altos intereses de la nación.
Pero no, le pasó “la papa caliente” al pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a sabiendas que para que se declare una inconstitucionalidad se necesitan 8 votos de los 11 ministros que componen a la SCJN.
Acuérdese que López ya nombró a tres de sus incondicionales, que obviamente votarán porque Zaldívar siga otros dos años y seguramente nadando de ganso, perdón de muertito, aviesamente, Zaldívar se excusará de votar, pues sólo habrán de completarse siete votos y:
¡Zas! Zaldívar se queda hasta el 2024.
¿Para qué? Baste recordar: “Estás con la transformación o estás contra la transformación” “Necesitamos funcionarios 10% experiencia 90% honestidad”.
Si Zaldívar verdaderamente tuviera no ese 90% de honestidad, mínimo un treinta o un veinte, rechazaría la propuesta, pero sus acciones sólo dejan la posibilidad de pensar que si profesa una fe ciega en López, como exigió AMLO en alguno de sus discursos a sus seguidores.
El problema es que López está enojado porque pese a todo su poder, aún no puede hacer lo que le viene en gana y que está perjudicando severamente al país.
Ahora comprendo por qué decían en 2006 que este personaje era un peligro para México y también sus acciones me traen a la memoria sus lapidarias palabras:
“Al diablo con las instituciones”
Esta premisa la está cumpliendo y puede lograrlo, a menos que la oposición política se olvide de tonterías y beneficios de sector o grupo para unirse verdadera y honestamente en un proyecto de nación y que los ciudadanos, como verdaderos mexicanos, tomemos la acción en nuestras manos y salgamos a votar en aras de una mejor actuación de quienes ahora nos gobiernan y rigen nuestros destinos desde los tres Poderes de la Federación.
Es el que los mexicanos merecemos.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.