CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD

“Un patriota debe estar siempre listo para defender su país contra su gobierno” (Edward Abbey)
Por FerMan

El pasado siete de abril del año en curso, se emitió una declaración por parte del Dr. Guillermo Fernández-Maldonado Castro, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que debe preocupar muchísimo a los mexicanos. En dicha ocasión señaló que la creciente participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública y de proyectos del Gobierno de México generan preocupación en materia de respeto a los derechos humanos y de transparencia; entre otras cosas, refirió que existen riesgos al asignar labores de seguridad pública a integrantes del Ejército mexicano, ya que los mismos cuentan con un entrenamiento diferente al de una corporación policial de carácter civil.
En el mismo sentido, Amnistía Internacional, en su informe 20/21 sobre la situación de los derechos humanos en el mundo señala que, en México, “las fuerzas de seguridad siguieron llevando a cabo detenciones arbitrarias y haciendo uso excesivo de la fuerza, lo que en ocasiones provocó homicidios ilegítimos” y lo más preocupante, sigue mencionando dicho informe, es que el Gobierno de López Obrador ha desplegado más efectivos militares en la estrategia de seguridad que las dos administraciones presidenciales anteriores.
Dichas acciones dan mucho que pensar, porque exactamente así inician los gobiernos totalitarios, sacando el Ejército a las calles para intimidar cualquier atisbo de libertad, silenciando las voces de quienes se oponen a sus decisiones. Con el debido respeto, sólo un ciego no ve el gran peligro de dichas determinaciones gubernamentales, puesto que, de continuar así, pronto seremos la segunda Venezuela en Latinoamérica, aunque Dios no lo permita.
Y esto no es todo, pues también el Dr. Fernández-Maldonado Castro manifestó que es más preocupante que el Gobierno de AMLO haya conferido al Ejército el control de proyectos de infraestructura y otras áreas administrativas, como la construcción de un aeropuerto, la administración de aduanas y puertos y las operaciones y ganancias generadas a través del proyecto conocido como Tren Maya, entre otros.
Por supuesto que lo anterior lo realiza, entre otros fines, con el claro objetivo de no proporcionar la información que por ley está obligado a presentar, en materia de transparencia, para cuando la misma le sea requerida, pueda indicar que son acciones de “seguridad nacional” y que por lo tanto la ley lo faculta para no compartir información alguna sobre dichos proyectos.
Definitivamente, AMLO sabe salirse por la tangente con la finalidad de caer en el ostracismo en materia de transparencia, torciendo la legislación para cumplir sus caprichos.
Triste panorama se vislumbra para México, por ello me pregunto si en dicho contexto, ¿Habrá algún ser pensante que después de conocer lo antes mencionado se atreva aún a votar por los candidatos del partido que llevó al poder a López Obrador? Espero que no, deseando que cuando vayamos a emitir nuestro voto, reflexionemos y emitamos el sufragio de manera consiente e informada.
“Fiat Justitia, Péreat Mundus”.

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