Los espectadores podrán alinearse en el recorrido de la antorcha olímpica cuando comience su relevo en Japón el próximo mes, pero los vítores estarán prohibidos, afirmaron este jueves los organizadores.
El relevo de la antorcha se canceló días antes de su lanzamiento el año pasado, cuando se decidió aplazar Tokio-2020 por un año debido a la pandemia de coronavirus.
Pese a la preocupación por la seguridad de los Juegos el próximo verano, los organizadores afirman que podrán celebrarse y que el relevo de la antorcha se lanzará el 25 de marzo, como está previsto.
Partirá de un sitio simbólico en Fukushima, destacando el papel de Tokio-2020 como los «Juegos Olímpicos de la reconstrucción», un homenaje diez años después del terremoto, el tsunami y la catástrofe nuclear de 2011 en el noreste de Japón.
Pero el relevo será mucho más sobrio de lo habitual. Los espectadores podrán ver pasar la antorcha, pero tendrán que llevar mascarilla, evitar la muchedumbre y limitarse a asistir a los tramos del recorrido que les queden cerca de casa.
Deben respaldar con aplausos o usando cosas que se repartirán pero no gritando ni vitoreando», según las consignas, que obligan además a mantener la distancia social.
La presencia en determinados puntos será posible solo con reserva y la información sobre los portadores de la antorcha se comunicará en el último momento, precisan.
Los portadores de la antorcha podrán correr sin mascarilla siempre que se mantengan a suficiente distancia de los demás. Los corredores y el personal que participe en el relevo se someterán a registros médicos precisos dos semanas antes de su participación, y deberán evitar las actividades de riesgo, como comer en restaurantes e ir a lugares concurridos.
Algunas zonas de Japón se encuentran en estado de emergencia, que se levantará antes del 7 de marzo. Los organizadores advierten que algunos tramos del relevo podrían suspenderse si se vuelve a imponer un estado de emergencia en las áreas por donde pasará la llama olímpica.
Los Juegos Olímpicos de Tokio deben inaugurarse el 23 de julio. Los organizadores han establecido medidas sanitarias muy estrictas para celebrarlos «de manera segura».
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, dijo el miércoles que en abril o mayo podrían tomar una decisión sobre la presencia de espectadores extranjeros.