Más mentiras presidenciales y promesas incumplidas
Por CACHO
Durante su toma de posesión como presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a no subir impuestos ni crear nuevos; de igual manera evitaría elevar más el nivel de deuda que rebasaba entonces los 10 billones de pesos. Era el 1 de diciembre de 2018
“El combate a la corrupción y la austeridad nos permitirá liberar fondos mucho más de lo que imaginamos (…)”, dijo ese día en el pleno de San Lázaro.
Bien reza la sabiduría popular: “De lengua me como un taco”.
Se le hacía tarde para, según él, transformar al país en un paraíso en el que no hubiera corrupción, violencia, ni pobreza.
Dijo tras su toma de posesión como primer mandatario: “La crisis de México se originó no sólo por el modelo económico neoliberal de los últimos 35 años, sino por el predominio de la más inmunda corrupción pública y privada”.
A su parecer, este modelo económico había orillado al país a crecer sólo 2% anual, además de que México se convirtiera en el segundo país con mayor migración a nivel mundial.
Seguramente que en la actualidad, con cerca del 80% de asignaciones directas en contratos del Gobierno federal se acabó con la corrupción pública y privada, de acuerdo con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, hasta el 9 de noviembre del presente, el 79.8% de los contratos del gobierno han sido dados por adjudicación directa.
Lo anterior jamás lo desmintió con datos, por el contrario, sólo se dedicó a denostar a MCCI, como lo hace con quien no puede debatir, por carecer de razón y por supuesto, argumentos.
Sigue en boga pues, la opacidad, madre de la más inmunda corrupción pública y privada.
Luego, el modelo económico que se tenía en México hasta hace dos años, “orilló al país a crecer sólo 2 por ciento anual”, qué desfachatez, habría que presumir que en 2019 el crecimiento con la 4T al frente fue de -0.1, y en este, aderezado por la pandemia anda como en -7 por ciento (menos siete por ciento) si no es que llegó a menos 10 por ciento, como se auguraba en los medios económicos de talla mundial.
Con respecto a la migración, ¿A usted le dice algo que las remesas que llegan al país estén aumentando a límites récord, sólo porque los mexicanos en el extranjero no se vieron afectados por la pandemia y envían más dinero?
No se vaya a tratar de un aumento desmesurado de la migración, porque en este país se pierden empleos a diario por el cierre de los negocios que “tenían que quebrar”. Recuerde usted que López lo dijo sin empacho “si tienen que quebrar, que quiebren”.
Muchas micro, pequeñas y medianas empresas ya lo hicieron.
Y muchos mexicanos ya emigraron.
Ahí unas cuantas de las mentiras del hombre que nos gobierna. Pero faltan otras, las más recientes, que también implica una falta grave a su palabra empeñada, que, al parecer, no le interesa honrar, es decir, no da valor a sus compromisos.
También en su toma de protesta como presidente, López se comprometió a no aumentar impuestos, ni deuda. Pues le tengo malas noticias, sí lo ha hecho.
Por ejemplo, a partir de hoy, el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas, cigarros y bebidas endulzadas suben 3.3 por ciento. Pero usted no se preocupe, no es aumento de impuestos, es sólo un ajuste al índice inflacionario. Maldito lenguaje neoliberal que tanto odia nuestro señor presidente… pero qué bien lo utiliza.
He aquí el desglose:
En el caso de la gasolina Magna, menor a 91 octanos, el IEPS pasa de 4.95 pesos a 5.1148 pesos por litro.
Para la gasolina Premium, el impuesto subió a 4.3192 pesos por litro, respecto a 4.18 pesos del 2020.
Mientras que el diésel tendrá un IEPS de 5.6212 pesos y los combustibles no fósiles de 4.3192 pesos.
En cuanto a los cigarrillos, el IEPS aplicable vigente a partir de hoy es de 0.5108 pesos por cigarro, desde el 0.4944 pesos vigente el año anterior, lo que representa un alza de 3.32 por ciento.
Y la cuota aplicable a las bebidas saborizadas (refrescos) también tuvo un aumento de 3.33 por ciento, por lo que será de 1.3036 pesos por litro este año.
Pero no es aumento, solamente ajuste.
Por último y para no cansarlo, la deuda, que como se mencionó al principio era de poco más de 10 billones al 1 de diciembre del 2018, ahora, según el registro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) solamente en los primeros 23 meses de este gobierno, (no hay aún datos oficiales de noviembre y diciembre) la Deuda Total Neta del Sector Público Consolidado con el Banco de México, se situó en 11 billones 167 mil millones de pesos.
Promesas incumplidas, engaños evidentes. Sobre la vacunación contra el Covid-19 aún no sabemos si será universal, o la dimensión de la mentira… el tiempo nos lo dirá.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.
P.D. Quiero agradecer a quienes se toman la molestia o por gusto, leen estas líneas semana tras semana, también a laparadoja.com.mx, por aguantarme todo este tiempo y bajo la amenaza de continuar con esta colaboración semanal, les deseo que este año sea definitivamente mejor que el que acabamos de terminar y que sus metas y deseos se vean coronados con el éxito.
¡Feliz 2021!