Un partido de miércoles por la tardes es inusual, pero ver a la defensiva de Pittsburgh quebrar a pedazos a su rival para así tapar los errores de su inconsistente ofensiva es ya una rutina. Baltimore hizo pasar más de un apuro a Ben Roethlisberger, por lo que fue un pick six de Joe Haden lo que terminó por marcar la diferencia a favor de los Steelers, que alargaron su marca perfecta a 11-0 pese a las distracciones alrededor de un partido pospuesto en tres ocasiones por los efectos colaterales del coronavirus.
El equipo de Mike Tomlin se impuso 14-19 ante los Ravens para estirar a 11 triunfos y ninguna derrota el mejor inicio en la historia de la franquicia. Con la victoria ante su acérrimo rival divisional, el seis veces Campeón del Super Bowl barrió por primera vez la serie desde 2017, en su primer duelo disputado en miércoles en 84 años.
Se trató del quinto triunfo acerero en miércoles, día en el que ahora tiene marca de 5-6 a lo largo de la historia, siendo la segunda mayor cantidad de encuentros jugados en ese día de la semana solo detrás de Lions, que tienen una increíble racha de 11-2. Lo logró a pesar de un discreto juego de ‘Big Ben’, quien apenas y lanzó para 266 yardas, una anotación y una intercepción.
Pero pese a su bochornosa tarde provocada por la siempre tenaz defensiva de los Ravens, Roethlisberger encadenó su décimo primer triunfo de la temporada para acercarse a la marca de 13-0 que tuvo en su primera temporada como titular en 2004, y se unió a Peyton Manning, quien lo logró en 2005 y 2009, como los únicos quarterbacks desde 1950 en ganar cada una de sus primeras 11 aperturas en una o dos temporadas distintas.
TJ Watt fue una pieza clave para que eso ocurriera, pues con sus dos capturas de quarterback encaminó el juego consecutivo número 68 de los Steelers con al menos una captura, racha que se remonta a 2016, empatando así a los Cowboys de 1976-1980 por la segunda racha más larga en la era del Super Bowl. Todos los demás equipos con una captura en más de 60 juegos consecutivos ganaron un Super Bowl durante esa racha.
El menor de los hermanos Watt llegó a 11 sacks para colocarse en la cima de la NFL en ese rubro y está en camino de conseguir 16 capturas y 48 hits de quarterback en 2020 si sigue al mismo ritmo. Con ello, se uniría a su hermano JJ (quien lo logró en 2014 y 2015) como los únicos defensivos desde que los golpes al mariscal comenzaron a ser rastreados en 2006, en tener más de 15 capturas y 45 hits o más. JJ Watt ganó el Premio al Defensivo del Año en ambas temporadas.
