SE TIENE QUE DECIR

La incompetencia de los gobernantes ante la pandemia es manifiesta
Por CACHO

Todos estamos de acuerdo en que desde el inicio de la pandemia por Covid-19, ninguno de los gobiernos, ni el federal ni el estatal, actuaron con eficiencia.
El presidente López diciendo que “no pasa nada, abrácense”, el encargado de combatir la pandemia, el Dr. Hugo López-Gatell, renegando de sus estudios y de la ciencia diciendo en cadena nacional que “el presidente no tiene fuerza de contagio, su fuerza es moral”.
En lo referente al ámbito estatal, restando el aproximadamente 50% del presupuesto destinado al rubro educación, la verdad, no se ve a dónde han ido a parar la mitad de esos 78 mil 376 millones 697 mil 036 pesos del gasto estatal. Por lo menos en salud, no se ha notado mucho.
Igual que a nivel nacional, el abasto de medicamentos en el estado, para derechohabientes de Pensiones Civiles del Estado (PCE) y del Instituto Chihuahuense de la Salud (Ichisal), ha sido un poco más que deficiente. Ahora, con respecto a la pandemia, pues hay tela de dónde cortar.
No se puede soslayar que gran parte de la responsabilidad por el aumento desmedido de casos de Covid-19 son atribuibles en su gran mayoría a la indolencia de la ciudadanía, están prestos a hacer fila y amontonarse para comprar cerveza, se siguen haciendo fiestas y reuniones sin recato alguno, desdeñando la posibilidad de contagios.
Pero sigue habiendo fiestas, porque el Estado ha estado más interesado en recaudar, que en prevenir y remediar. La prevención va más allá de una Ley Seca decidida detrás de un escritorio. Es claro que en cuanto se decreta la medida, se dispara la venta de alcohol, unos desesperados por embriagarse, otros para vender clandestinamente el alcohol a esos que no pueden vivir un fin de semana sin él.
Si se dictan acuerdos tan burdos y torpes, como el de no viajar más de dos personas en un automóvil y además deben usar ambos un cubrebocas, si no, hay apercibimiento e incluso multa, ¿cómo le justifico a mi esposa, con la que duermo todas las noches, que cuando se suba conmigo al auto ha de ponerse el cubrebocas? Es un absurdo.
Ese absurdo es precisamente el que ha dado pie a que varias personas, encabezadas por el diputado estatal Gustavo de la Rosa Hickerson hayan iniciado trámites de amparo contra lo absurdo del acuerdo publicado en el Periódico Oficial del Estado el pasado sábado 14 en lo referente al uso de cubrebocas.
Si hay fiestas, que están restringidas precisamente por la pandemia y hay una regulación amparada en la ley, pues aplíquenla, las multas, a pesar de ser altas, no inhiben a quienes tienen la intención de festejar lo que sea que se les ocurra. Pero apliquen el arresto de 12 horas a quien haya organizado el festejo, y se verá que nace espontáneamente el deseo de no volver a convocar a reuniones de este tipo.
Luego, la excesiva restricción torpemente ordenada desde el Gobierno estatal, generó otros inconvenientes, grandes filas en los bancos, no todo mundo tiene acceso a la banca digital o a la móvil. Figúrese usted un plomero a quien le pagan con un cheque del banco que usted quiera, ¿perderá prácticamente un día de trabajo para poder cobrar sus honorarios?
Como si no tuviera que emplear ese tiempo en seguir trabajando para alimentar a su familia.
Definitivamente, tenemos autoridades que saben tomar decisiones… absurdas, les hace falta barrio, recorrer la ciudad, meterse al supermercado no sin antes hacer la larga fila para ingresar, que les tomen la temperatura en la entrada y les apliquen gel en las manos, para que vivan las mismas situaciones que el ciudadano de a pie.
Pero no, hay que cerrarles el súper a las siete todos los días y las 24 horas el fin de semana a los que trabajan de lunes a viernes de 9 a 1 y de 3 a 7, seguro no comen o sí les alcanza para ir al súper, comprar, dejar la despensa en casa y llegar a tiempo al trabajo… insisto, les falta ser ciudadanos de a pie y bajarse de la camioneta blindada para gastar las suelas, como cualquier otro chihuahuense.
Por cierto, ayer se esperaba el anuncio sobre el alivio a las restricciones, pero lo único que se dio a conocer hasta el momento de concluir esta colaboración, es que seguíamos en semáforo epidemiológico rojo. Lógico y esperado que fuera así.
Ya me estaba animando porque el góber Corral, andaba muy tranquilo en el aeropuerto de la Ciudad de México sin usar cubrebocas, al cabo allá no lo multan.
Por lo pronto, usted cuídese, salga sólo a trabajar o a lo indispensable, porque ningún gobierno le va a hacer esa chamba, en los ciudadanos está domar la pandemia, ya está más que claro que ningún gobierno lo hará.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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