Medidas desesperadas ante situaciones desesperadas
Por CACHO
Se veía venir, pero no en tales dimensiones: en una colaboración previa, la de hace dos semanas, un servidor señalaba que el regreso al semáforo epidemiológico rojo en el estado, era una acción de parte de las autoridades que nos teníamos bien merecida, una semana después, explotó el petardo en nuestra cara.
El pasado lunes nos despertamos con la noticia de que en el estado la cifra oficial de decesos a causa del Covid-19 se elevó a 2 mil 26. Con respecto a los contagios, en las 24 horas previas se habían sumado 202 casos, debidamente confirmados entre la población de 11 municipios.
Es entonces de esta manera que nos dieron a conocer las autoridades de Salud, que la cifra oficial de contagios por el coronavirus en el estado se había posicionado en 26 mil 202 casos.
Había que hacer algo, y lo hicieron con más pánico que con estrategia, empezando por la forma en que se manejó hacia la ciudadanía el tema de la restricción.
El documento oficial que el Gobierno del Estado dio a conocer a través de redes sociales reza en su primera página “Chihuahua en alerta” “restricción de movilidad”. De inmediato surgió la especulación y, por ende, el pánico en las compras de víveres.
El título lo dice, al parecer muy claro: restricción de movilidad.
Esto provocó que miles de chihuahuenses se volcaran a los centros comerciales a surtir su despensa, claro, se anuncia que cerrarán los supermercados, junto con grandes almacenes y bodegas, desde el viernes a las 19:00 horas hasta el lunes a las seis de la mañana. También anuncian restricciones en el transporte público y el de autos de alquiler, de plataforma digital.
A los taxistas les dejaron la puerta abierta para que prestaran servicio todos los días y dejándoles la exclusividad en fin de semana. Los Uber, Didi, Cabify, etc., no podrán operar, después de las 20:00 horas del viernes hasta las seis de la mañana del lunes.
Qué conveniente ¿no? Aprovechan el descontrol y desinformación derivados de la contingencia para favorecer a los sindicatos de corte priista y panista.
Pero volvamos al tema de los supermercados, la idea de la restricción es evitar las aglomeraciones para hacer disminuir los casos de contagio con el Sars-CoV-2 y lograron precisamente lo contrario:
Largas filas de clientes esperando a entrar al supermercado. Lo mismo en las cajas pues como siempre sucede en los centros comerciales de Chihuahua, tienen 16 a 20 cajas registradoras y siempre están en funciones la mitad o a veces menos.
Pues bueno, también se hicieron las largas filas y aglomeraciones para salir de las tiendas.
Tienen las autoridades un talento especial para enredar a una población chihuahuense que, la verdad, deja mucho qué desear a la hora de echarle coco a la situación.
Para concluir con el tema, porque es tiempo de previsión una observación al equipo de comunicación social del Gobierno estatal: no es restricción de movilidad, el libre tránsito está garantizado tanto por la Constitución y es respetado en el mismo acuerdo publicado en el Diario Oficial del Estado.
Necesitan más vocabulario, “ler” como dijera el ex secretario de Educación, Aurelio Nuño Meyer.
Es restricción de actividades, así debió manejarse.
Sí se restringen las tareas de comercio, diversión, esparcimiento y demás, no la libertad de transitar (movilidad) hacia donde fuese necesario.
Ojo, no con ello quiere decir que salgamos a la calle pues sí se nos respeta ese derecho, es tiempo de combatir juntos a la pandemia, si los ciudadanos no nos ponemos las pilas en esta situación, no habrá gobierno alguno que lo solucione, pues no está en sus manos.
El personal médico y hospitalario está fatigado, los espacios para la atención de enfermos están agotados, ni con el hospital móvil que enviaron los norteamericanos (que no el Gobierno federal, como lo presumió el presidente López) se da abasto para atender a tantos enfermos.
No queda otra cosa que hacer que extender humildemente el consejo, por el bien propio y de los demás.
Quédate en casa, nada cuesta.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.