Esqueletos en el Closet

 

Linda Ronstadt —en vida, hermana
Por Jorge Villalobos

 

Al inicio del mes de noviembre era necesario y hasta obligatorio recordar y rendir homenaje a aquellos que ya no están con nosotros. La actual situación de emergencia sanitaria, confinamiento extravoluntario y pérdidas de seres queridos aumenta la desazón que a todos nos causa la conciencia de nuestra débil condición humana. En un intento por levantar los ánimos y nutrir al espíritu, os invito a darle la vuelta al malestar. Celebremos la vida.

A raíz de la presentación del documental ‘Linda Ronstadt: The Sound of My Voice’ en septiembre del año 2019 vino una serie de homenajes y reconocimientos a la carrera de la insigne cantante nativa de Arizona, diez veces ganadora del Grammy, miembro del Salón de la Fama del Rock and Roll y que incursionó en géneros musicales tan iguales y tan diferentes como country, folk, rock, pop, jazz, opereta, mariachi, bolero y música ‘latina’.

En diciembre del 2019 el John F. Kennedy Center for the Performing Arts reconoció por sus logros artísticos a Linda Ronstadt, en una ceremonia organizada por el Departamento del Estado de los E.U. Durante su discurso de esa noche el secretario de Estado, Mike Pompeo, quiso hacer una bromita haciendo alusión a uno de los éxitos de Linda, “When Will I Be Loved” (“¿Cuándo seré amado?”): “Señora Ronstadt, muchas gracias y felicitaciones, y le diré que en mi trabajo, mientras viajo por el mundo, solo quiero saber, ¿cuándo seré amado?”. Cuando le tocó el micrófono Linda aprovechó para hacer una crítica al gobierno estadounidense: “Me gustaría decirle al señor Pompeo, que se pregunta si algún día será amado: será cuando deje de apoyar a Donald Trump” (https://cnnespanol.cnn.com/2019/12/13/la-dulce-humillacion-de-linda-ronstadt-a-mike-pompeo/). La crítica réplica de la Ronstadt hacia el gobierno tiene una base más sólida que las simples ganas de molestar o de hacerse la graciosa, como hemos de ver más adelante.

A principios de octubre la Hispanic Heritage Foundation celebró (vía remota, a causa del Covid-19) su trigésima tercera gala anual de los Premios Herencia Hispana; en el evento participaron The Mavericks, Joy Huerta, Lupita Infante, La Marisoul, Gaby Moreno y Carla Morrison interpretando éxitos de Linda Ronstadt; y Jorge Hernández de Los Tigres Del Norte visitaron a Linda en su casa en San Francisco para hacerle entrega del Premio ‘Leyenda’ a nombre de la HHF.

Linda: “Me hizo muy feliz (…) Soy una gran admiradora de Los Tigres del Norte, he amado su música durante años y no sabía que vendrían a mi casa a entregarme el premio. Pensé que lo iban a anunciar en internet, tú sabes. No estaba abrazando a nadie por el Covid, pero a ellos los abracé. Estaba tan emocionada. Dije, ‘nosotros somos mexicanos, nosotros abrazamos’” (https://www.chicagotribune.com/espanol/entretenimiento/sns-es-linda-ronstadt-rancheras-huapangos-mexico-20201007-aguxppusbnh5bmq2cikbh6qe4i-story.html).

Cuando el director James Keach se le aproximó para entrevistarla para el documental del año 2019, Linda puso como condición que el equipo de filmación le acompañara en un viaje en autobús al pueblo donde nació su abuelo, Banámichi, Sonora. El motivo era acompañar en su viaje de estudios a un grupo de Los Cenzontles Cultural Arts Academy, una asociación establecida en el área de la bahía de San Francisco por Eugene Rodriguez con el objetivo de preservar la cultura musical y tradicional mexicana entre la comunidad; Ronstadt ha sido patrocinadora y promotora de Los Cenzontles desde mediados de los años 90, y la experiencia le dio al director material suficiente para producir otro documental, ‘Linda and the Mockingbirds’, estrenado el pasado 20 de octubre.

El miércoles 18 de noviembre se dio el más reciente homenaje, ‘A Tribute to Linda Ronstadt at The Soraya’, un concierto en el teatro de la California State University (para ser transmitido vía web), con interpretaciones de Aída Cuevas con el Mariachi Garibaldi de Jaime Cuéllar, La Marisoul con La Santa Cecilia, David Hidalgo (del grupo Los Lobos) y otros, y segmentos en conferencia remota entre Linda, Aída Cuevas y La Marisoul (se puede ver en https://www.pbs.org/video/a-tribute-to-linda-ronstadt-at-the-soraya-532o5j/, chéquelo, está bueno).

Linda Ronstadt se retiró de su carrera profesional en el año 2011 y posteriormente fue diagnosticada con la enfermedad neurodegenerativa de Parkinson; actualmente, a los 74 años de edad, está imposibilitada para cantar, pero esta serie de reconocimientos por parte de la comunidad latina en los EU le ha dado la oportunidad de retribuir un poco haciendo oír su voz de otra manera. Con motivo del nuevo documental concedió varias entrevistas en las que además de promover al grupo Los Cenzontles ha tenido oportunidad de expresar el orgullo que siente por su ascendencia mexicana y sus inquietudes con respecto al ambiente político que ha incrementado la división racial y étnica en los Estados Unidos, su malestar ante la opresión que han sufrido los mexicanos en ese país y su crítica a la administración federal estadounidense, que ya había quedado clara cuando le replicó al secretario de Estado pero ahora ha podido abundar al respecto.

De ascendencia alemana, inglesa y mexicana, la familia Ronstadt estaba establecida en Tucson, Arizona. Desde los 14 años de edad Linda se presentaba informalmente en pequeños clubes de Tucson en compañía de su hermana Gretchen y su hermano Peter con el nombre The New Union Ramblers, grupo al que se unió el guitarrista y compositor Bobby Kimmel. Después de algún tiempo Kimmel sintió la inquietud de convertirse en músico profesional, pero ante la falta de oportunidades en Tucson decidió trasladarse a California. Los hermanos de Linda ya comenzaban a establecer familia en Tucson, así que ella decidió acompañar a Kimmel para probar suerte en California, donde acompañados por Kenny Edwards formaron el trío The Stone Poneys. Linda tenía apenas 18 años.

En poco tiempo los Stone Poneys comenzaron a hacerse conocidos en el circuito de clubes de Los Angeles y lograron un contrato de grabación, pero pronto los productores les dieron a entender que su interés estaba en la cantante “increíblemente guapa que sale a cantar descalza” y no en el trío. Edwards se retiró y el mismo Kimmel fue quien convenció a Linda de que si tenía la oportunidad de lanzarse como solista debía aprovecharla.

Era 1969, y las cosas se dieron. Su estilo musical, marcadamente country en un principio, fue variando paulatinamente a la par que el de los músicos contemporáneos del área de Los Angeles para llegar a lo que hoy se conoce como ‘country rock’; la comunidad musical del sur de California era relativamente pequeña, todos se conocían entre sí y colaboraban juntos.

Cuenta la leyenda que cuando el cantante y compositor John David (J.D.) Souther conoció a Linda le resultó tan atractiva que decidió ‘lanzársele’, muy a su manera: la tomó de la mano y le dijo: “Creo que deberías prepararme la cena”, Linda respondió que ‘okay’ y le dio su número de teléfono; cuando días después se reunieron en el departamento de Linda ella le preparó un sándwich de mermelada y mantequilla de maní. Y J.D. se enamoró de ella. Su relación sentimental duró algunos años durante los que su colaboración musical rindió jugosos frutos.

Otra leyenda: Linda y J.D. Souther convocaron al grupo que acompañaba a Linda en sus conciertos (los guitarristas Glenn Frey y Bernie Leadon, el bajista Randy Meisner y el baterista Don Henley) para un ensayo en su departamento, y cuando todos llegaron la pareja les pidió trabajar en una lluvia de ideas para componer algo mientras ellos iban al cine. La intención era que los músicos hicieran una sesión solos, habiendo observado la cohesión musical que lograban como grupo. Cuando horas más tarde volvieron al departamento el grupo había compuesto y arreglado una canción titulada “Witchy Woman”, con potencial para convertirse en un hit. La pareja insistió en que los músicos dejaran de ser el acompañamiento de Linda y formaran un grupo por su cuenta. Así nació Eagles, que se convertiría en el grupo más popular de todos los tiempos en los Estados Unidos, apadrinados por Linda Ronstadt y J.D. Souther.

Durante el resto de los años setentas Linda Ronstadt se convirtió en una de las cantantes más exitosas, con una voz muy potente y una cualidad interpretativa muy personal. En 1977 apareció en la portada de la revista ‘Time’, y en 1978 la revista ‘Rolling Stone’ la declaró como “la cantante femenina más conocida de rock”. Con los cambios de los gustos del público también se fue adaptando a otros estilos musicales, el country rock comenzó a ser más rock y luego un poco más pop con la llegada de los años ochentas.

En ese periodo se involucró en proyectos musicales distintos a los que la habían encumbrado. Participó en un musical de Broadway, “The Pirates of Penzance”, en el que logró un gran éxito y demostró sus cualidades vocales interpretando una opereta. A eso le siguió una serie de álbumes de estándares de jazz suave y otra serie de grabaciones de country a trío con sus amigas Dolly Parton y Emmylou Harris.

En 1987 Linda se vio finalmente en la posición de insistir en un proyecto que las compañías de discos le había estado regateando desde el inicio de su carrera: un álbum de rancheras y corridos tradicionales mexicanos intepretados en español, con mariachi. Lo más cerca que había llegado a eso en el pasado fue incluir en el álbum ‘Hasten Down The Wind’ una canción en español compuesta por ella misma (“Lo siento mi vida”), y a cantar en sus conciertos algunos versos traducidos al español al final de “Blue Bayou”.

Contando con la colaboración del compositor y arreglista Rubén Fuentes, Linda se tomó su tiempo para afinar su pronunciación en español y grabar “Canciones de mi padre”, que ganaría el premio Grammy al ‘Mejor Álbum Mexicano/Mexico-Americano’ y se convirtió en el álbum interpretado en idioma distinto al inglés más vendido de todos los tiempos en los Estados Unidos (con ventas certificadas de más de dos millones de copias). En 1991 repetiría la experiencia con mariachi en el álbum “Más canciones” y en 1992 lanzó “Frenesí”, también en español pero ya no de estilo ranchero sino latino.
Entre las rolas que Linda grabó en esos álbumes están, entre las más conocidas (para mí, conste), “Por un amor”, “Hay unos ojos”, “Dos arbolitos”, “Corrido de Cananea”, “Grítenme piedras del campo” y “Mi ranchito”.

Si Linda se aferró a hacer el álbum de rancheras y corridos mexicanos no fue porque simplemente le hubiera dado curiosidad después de hojear un ejemplar del ‘Cancionero Picot’. Desde la época con los Stone Poneys y en sus primeros álbumes es muy notoria en su forma de cantar la influencia de las cantantes de ranchero; un par de muestras son “Long, Long Time” y su versión de “I’m Leaving It All Up to You”. Ella cita principalmente a Lola Beltrán, incluso llegó a mencionar en una entrevista que intentó imitarla con el falsete de la frase final en “Blue Bayou”. En sus propias palabras: “Mi papá hacía un viaje de negocios a México cada año y siempre regresaba con un montón de discos de Los Panchos, el Trío Calaveras, el Trío Tariácuri, Amalia Mendoza, Miguel Aceves Mejía y Lola Beltrán, principalmente. Yo la adoraba, me enamoré de su música. Cuando quise convertirme en cantante profesional quise aprender esas canciones, pero en esos días no se podía buscar en internet y encontrarlas” (https://www.elespectador.com/entretenimiento/musica/linda-ronstadt-trate-de-copiar-a-lola-beltran/).

Tras la aparición durante los años noventas y principios de los dosmiles de algunas otras grabaciones en las que volvió al rock y al jazz, incluyendo un álbum de ‘covers’ intepretados a manera de canciones de cuna (con la versión de la Ronstadt de “We Will Rock You” de Queen) y uno de canciones navideñas, por motivos de salud Linda dejó los escenarios y los estudios de grabación, pero sus más de 24 álbumes dejan suficiente constancia de las razones por las que los homenajes y reconocimientos que se le han rendido recientemente son más que merecidos.

Recomendar un álbum en particular de Linda Ronstadt resultaría injusto, incluso las recopilaciones mejor planeadas fallan para apreciar lo mejor de su repertorio. Y sin embargo me atreveré a hacer una lista de las canciones esenciales para aquel que quiera conocer la trayectoria musical de Linda Ronstadt, en orden cronológico:
“Different Drum” (con Stone Poneys), “Silver Threads and Golden Needles”, “Will You Love Me Tomorrow” (original de Carole King), “Long, Long Time”, “Rock Me On the Water”, “Desperado” (cortesía de los Eagles), “You’re No Good” (de la que también hizo una versión Van Halen), “When Will I Be Loved”, “I Can’t Help It (If I’m Still in Love with You)”, “Heat Wave”, “I Will Always Love You” (sí, la misma que inmortalizó a Whitney Huston, compuesta originalmente por Dolly Parton), “That’ll Be the Day”, “Rivers of Babylon” (sí, esa también la conocimos en la versión de Boney M), “It’s So Easy”, “Carmelita”, “Poor Poor Pitiful Me”, “Blue Bayou” (original de Roy Orbison, ¿alguien lo sabía?), “Tumbling Dice” (original de los Rolling Stones), “Just One Look”, “All That You Dream” (original de Little Feat), “Love Me Tender” (original de Elvis Presley), “How Do I Make You”, “Get Closer”, “Tell Him”… por nombrar unas cuantas.

Atrévase usted también a recordar el legado de Linda Ronstadt, ahora que todavía está con nosotros para recibir el reconocimiento de los melómanos agradecidos y celebrar la vida.

* Comentarios, sugerencias, dudas o desavenencias acerca de “Esqueletos en el Closet” son atendidos al correo electrónico villalobos7@gmail.com.

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