Del no te preocupes Rosario al no te preocupes Enrique, Videgaray es el responsable
A más de tres meses de estar recluida en el penal de Santa Martha, bajo la medida cautelar de prisión preventiva, Rosario Robles, ex secretaria Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano en el gobierno de Enrique Peña Nieto, negociará acceder al criterio de oportunidad.
Con independencia de si se realizaron o no presuntos desvíos millonarios, el equipo jurídico de Rosario Robles finalmente la convenció de hablar y le hizo ver que su asunto es totalmente político, con tintes de venganza y no refleja la intención de acceder a la justicia.
Para tener derecho a este beneficio, la ley indica que debe ofrecerlo de manera formal el Ministerio Público; tiene que garantizar la reparación del daño de la víctima u ofendido y el imputado debe aportar información esencial para la persecución de un delito más grave del que se le imputa, que derive en la detención de otra persona que haya cometido un ilícito mayor.
Tomando en cuenta que Rosario Robles formaba parte del Gabinete presidencial en el sexenio pasado y sólo hay un nivel más arriba del cargo que ella ostentaba, que es precisamente el del presidente de la República, la ex funcionaria podría decir en próximos días la frase “no te preocupes Enrique”.
Otro que también está metido en serios problemas es el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray que, por cierto, se deslindó de las acusaciones hechas por la defensa de Robles Berlanga, acerca de su participación en la instrumentación de la Estafa Maestra.
Y es que Sergio Arturo Ramírez, abogado de Robles, acusó a Videgaray de dirigir la red de corrupción para desviar recursos a las campañas del PRI en la elección intermedia del 2015 y la presidencial del 2018, incluida la del 2017 del Estado de México.
Otra lectura es que la ex funcionaria pretenda recuperar su libertad bajo el criterio de oportunidad responsabilizando únicamente a Luis Videgaray de los actos de corrupción cometidos y, a través de su representante, le envió a Peña Nieto la tranquilidad que él en una ocasión le brindó.
Si Rosario Robles realmente está dispuesta a hablar, lo interesante es saber si el gobierno de López Obrador llegará hasta el expresidente Enrique Peña Nieto, a quien no ha incomodado ni con el pétalo de una rosa en sus más de 500 mañaneras, pero eso se descubrirá más adelante.
Que mi expresión te haga pensar.