Cumple Rescate Juvenil Deportivo 36 años en Chihuahua

 

“Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria”. Cicerón

Como cada año, este 20 de noviembre, el Rescate Juvenil Deportivo recuerda el inicio de sus actividades en Chihuahua; realiza su programa de ascensos entre sus integrantes y expone a la sociedad los logros obtenidos en bien de la comunidad en general, en especial de las familias.

A continuación, el mensaje a manera de excelente reseña de su actual Comandante Antonio Valdez Borunda.

Hace 36 años, debutaba en el desfile deportivo de la ciudad de Chihuahua, una nueva agrupación, llamada Rescate Juvenil Deportivo y que, como sabemos, estuvo (y está) formada por jóvenes inquietos por alcanzar una superación personal.

No fue fácil, ya que, como bien dice la locución de nuestra agrupación, existe una permanente falta de interés de la mayoría de los jóvenes a buscar su autoformación.

Pero esta no sería la única dificultad para nuestra naciente agrupación, esos jóvenes fundadores del Rescate, dirigidos por nuestro comandante el Lic. Concepción Hernández, tuvieron que sortear muchas adversidades más para cumplir con su cometido, entre ellas, la falta de recursos económicos, tanto de los dirigentes como de los elementos, falta de espacios adecuados de entrenamiento, falta total de material deportivo y de trabajo, incluso, falta de transporte público para dirigirse a sus entrenamientos.

Ya en la época de los 90´s y la primera parte de los años 2000´s, ya con un RJD reconocido en la sociedad chihuahuense y con algunos espacios conseguidos por los dirigentes de nuestra agrupación, nos encontramos con otros retos, uno de ellos, tal vez el mayor, fue persuadir a los jóvenes a tomar el camino del deporte y del trabajo, antes que el de las pandillas y de los vicios, que comenzaban a hacer mella en las colonias populares de nuestra ciudad.

Ya en segunda parte de la primera década del 2000 y todo lo que va de la segunda, el reto principal dio un giro, ahora no se trataba de buscar que los jóvenes no estuvieran en la calle, ahora se trata de “sacarlos de la casa”, y no porque estar en ella sea malo sino porque muchos de nuestros jóvenes son un mueble más del hogar, dependientes de la batería y conexión wifi de sus aparatos electrónicos, e irónicamente, en la época donde ni siquiera los cables son necesarios, conectados con todo, pero atentos de nada.

En el marco del inicio de la siguiente década heredamos esos retos y reflexionamos sobre los nuevos “enemigos a vencer”, que no serán fácil de hacerlo, ya que entre ellos hay algunos como la depresión juvenil, fruto de la falta de valores auténticos y del distanciamiento social provocado por las “redes”, que nos acercan a los que están lejos pero, lamentablemente, nos aleja de los que están cerca; o de la normalización (incluso legalización, tema vigente a la hora que se escribe esto) del uso sustancias como la marihuana en nuestro país.

Y es aquí cuando vuelvo a la frase con la que inicié este texto “Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria”. La historia del “resca” es la historia de jóvenes que superan y vencen obstáculos.

Desde nuestra fundación, se entrenó sin recursos ni dinero y sin herramientas tecnológicas, pero se entrenó (y vaya que muy bien), fue preciso fabricar nuestros propios colchones con aserrín o sudaderas, pero no se dejó de hacer Tumbling, tuvimos que correr tras del camión, pero llegamos a los entrenamientos y fue muy común para nuestros instructores de los 90´s “rifarse un tiro” o ser correteados por los “cholos” para ir a fundar y atender una unidad. Se gestionaron espacios para nuestras comandancias, se hicieron convenios con escuelas y parques, se apoyó a las autoridades civiles y militares para “heredar” material de entrenamiento y nunca se dejó de hacer un campamento por falta de recursos, cuando jamás, en nuestros 36 años hemos cobrado por entrar o entrenar en nuestras filas.

Y podría seguir enumerando los obstáculos que vencimos y vencemos a diario, esta pandemia será uno más, sin duda, pero por lo pronto, debemos ser disciplinados con nuestro querido México y, aunque es difícil celebrar en medio de esa pandemia, lo hacemos alegre y prudentemente, desde nuestros hogares (que gracias a Dios tenemos) los cuales se ha vuelto salones de clase y gimnasios deportivos en este confinamiento en los que seguimos engrandeciendo a la Patria.

Felicidades a todos los Rescatistas, activos y egresados por este aniversario, de parte de la actual Comandancia y Estado Mayor, comprometidos a seguir con el ideal del engrandeciendo de nuestra Patria para que sean otros 100 años más, eso sí, si Dios quiere. Enhorabuena.

«La Patria es primero».

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