SE TIENE QUE DECIR

La politiquería del presidente López
Por CACHO

Bien es sabido por la mayoría de los ciudadanos que el pleito que ahora está amarrando el presidente es con los gobernadores de la Alianza Federalista, quienes, también haciéndole cosquillas al nene, sabiendo que es risueño, quienes demandan establecer un nuevo acuerdo financiero y fiscal, de promoción y competitividad para los estados y municipios.
Fiel a sus principios pendencieros, López reviró de inmediato y les dijo que no se les debe absolutamente nada y que, si se hacen cuentas, habría entidades que quedan a deber.
Lo verdaderamente terrible de la situación, es que el desvergonzado y cínico tipo aquel que decía “al diablo con las instituciones”, el que hoy ocupa la silla presidencial, dijo que está dispuesto al diálogo con la Alianza Federalista, «siempre y cuando no haya politiquería; no es un asunto personal, es un asunto que tiene que ver con la institucionalidad».
Óigame usted, ahora sí quiere ser institucional. Qué desvergüenza, pues si hay situaciones como la que estamos atestiguando, es porque él mismo las provocó.
Ojo, no digo que esté bien “mandar al diablo a las instituciones”, lo que quiero dejar claro es que tenemos dirigiendo este país a un cínico mentiroso en quien no se puede confiar: cuando la situación es favorable a sus caprichos, se comporta de una manera, pero si no, se contradice con tal desfachatez, que sinceramente, da miedo.
Lo que es la falta de memoria, o de vergüenza.
Mira que decir a los gobernadores que es un asunto de institucionalidad, como si los mandatarios estatales no formaran parte de ella.
En la mañanera de ayer, López instruyó al secretario de Hacienda que informara sobre el tema, y Arturo Herrera afirmó que los estados en su conjunto recibirán este año «638 mil millones de pesos de participaciones federales, un incremento de 2.9% con respecto al mismo periodo de 2019».
¡Guau! No dijo que, en primer lugar, no está tomando en cuenta la inflación, lo que absorbe de inmediato el aumento de 2.9 por ciento cacareado por el titular de la SHCP, tampoco dijo algo sobre el recorte presupuestario de 2018 a 2019, por lo que dichos fondos ya venían disminuidos aún más.
Qué forma tan burda de engañar a la población.
Y de justificar las tropelías que se cometen con el presupuesto, acuérdese usted de la “bolseada” que le dio López, vía el Congreso de la Unión, a los 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar y transferirlos a la Tesorería de la Federación.
Ahora bien, lo que piden los gobernadores de la Alianza Federalista, a quienes se han sumado también los restantes mandatarios emanados del Partido Acción Nacional, no es descabellado: dijeron que la separación de la República, como dolosamente se ha manejado desde la presidencia del país, nunca ha estado en su agenda, sólo buscan la edificación de un federalismo funcional y respetuoso. Se pronunciaron por una organización que devuelva a estados y municipios más recursos que ahora.
Por supuesto, no tardaron los petardos presidenciales para desviar la atención del tema, que es su especialidad.
“Aclarar, para que no vayan a andar diciendo que no les entregamos recursos: no les debemos nada y se entregan todos los recursos que por ley les corresponde. Les diría que hasta nos deben, si hacemos cuentas, en algunos casos que no han pagado impuestos (…) No debemos absolutamente nada”, señaló.
“Si nos acusan a nosotros, si acusan al Presidente, pues piensan que con eso van a tener muchos simpatizantes del sector conservador. Eso es”.
Por eso, en su mundo ficticio, López piensa que lo atacan, un complejo enorme de inferioridad que trata de subsanar con autoritarismo y con auto victimización.
Luego se me ocurre preguntar, digo, si a López le gusta tanto hacer aclaraciones ¿Por qué no aclara que, por ejemplo, el Pacto Fiscal de la Federación es en muchos sentidos injusto?
Baste como ejemplo decir que, por cada peso aportado, la Federación regresa a Chihuahua vía participaciones 39 centavos, mientras que entidades como Chiapas y Guerrero reciben 3 pesos con 30 centavos y 2 pesos 60 centavos, respectivamente, por cada peso que aportan.
Tampoco se le ocurrió al presidente mencionar que, en términos generales, de los ingresos totales, el gobierno federal se queda con 80 centavos de cada peso y solamente comparte 20 centavos con los Estados y Municipios.
Eso es, precisamente, lo que los gobernadores quieren sentarse a discutir, no separarse de México.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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