SE TIENE QUE DECIR

 

Un presidente pendenciero que abusa de un pueblo noble y un gobernador que se invisibiliza

Por CACHO

Sí, para Andrés Manuel López Obrador, acá en el estado más grande de la República, no hay pueblo bueno y sabio, en su nula visión de estadista, hay delincuentes y afanes electoreros detrás de la defensa del agua de sus presas. Una colosal mentira, convertida por su parte en declaración oficial, gracias al manejo perverso y rastrero de la información, por parte de un político cobarde.

A eso agréguele que como comandante en jefe de las fuerzas armadas y creador de la Guardia Nacional (integrada en su mayoría por militares y con adiestramiento castrense) que nada tiene de civil, AMLO se llenó las manos con sangre, la de Yéssica Silva, asesinada por las balas de la GN y la derramada por su esposo, Jaime Torres, quien lucha aún en un hospital, por seguir con vida.

Mal lo dijo, cual dictadorcillo de cuarta, “o se está con la transformación o en contra de la transformación”, así fue el mensaje amenazador que López Obrador lanzó desde la refinería de Minatitlán, en Veracruz, a principios de junio. Curiosamente, no se acordó de la masacre – de ésas que en su gobierno no se han presentado – en la que falleció baleado incluso, un bebé.

Pero sí tuvo arrestos para amenazar a quienes no piensan como él, un jefe del Ejecutivo que piensa que sólo lo que él hace o piensa es lo correcto y que asume como adversarios (eufemismo que utiliza frecuentemente para señalar a quienes él ve como sus enemigos) a quienes tienen la osadía de disentir, definitivamente no abona para el desarrollo armónico de un país.

Pues sí, los agricultores de Chihuahua que desalojaron a la Guardia Nacional en la presa La Boquilla, ya se convirtieron en adversarios, motivados por afanes electoreros, dice el sujeto que se pasó 18 años en campaña, pagada con fondos que no se sabe a ciencia cierta de dónde provenían, en, precisamente, un afán electorero.

Para conocer tan bien la manera de holgazanear y vivir sin trabajar prácticamente toda su vida, se equivoca de una manera que faltan palabras para describirla en su juicio sobre los agricultores de Chihuahua. Ellos sí que saben lo que es trabajar de sol a sol para producir los alimentos que llegan a nuestras mesas, de los chihuahuenses y de millones de mexicanos que habitamos en esta gran nación.

Pero desafortunadamente, el presidente está devaluándola.

Un conflicto que no debiera existir, está creciendo como bola de nieve en una pendiente. El pago de agua a EU por el tratado de 1944 es el pretexto esgrimido por la administración federal para vaciar las presas de Chihuahua, como si fuera obligación exclusiva de Chihuahua honrar dicho acuerdo.

En un estado en el que las lluvias llegan de manera cíclica en septiembre y octubre, aunque nunca se tiene la certeza de que así suceda, pues hay periodos prolongados de sequía, es criminal vaciar las presas. Precisamente a causa de esta situación fue que se estableció como fecha límite para el pago de la cuota de agua los días finales de octubre.

Así se cubre la cuota correspondiente a Chihuahua con los escurrimientos naturales del Río Conchos, no desecando las presas antes de saber si llueve o no. También en dicho tratado se expresa claramente que si hay sequía, México no se ve obligado a liquidar el monto de agua establecido.

Se asume como deuda que se puede pagar al siguiente quinquenio, que es la duración del periodo acordado para intercambiar agua del Río Colorado, por la de seis afluentes mexicanos: los ríos  Conchos,  San  Diego,  San  Rodrigo,  Escondido  y  Salado , además del Arroyo  de  Las  Vacas. Sí, así es, no se paga el líquido solamente con el agua del Río Conchos.

Pero en su vil y deleznable actitud, eso lo ocultan tanto la Conagua como López Obrador.

Por el contrario, pues le ha funcionado bastante bien durante su transitar en la vida, el atribuir a enemigos que nunca identifica plenamente, pues practica al pie de la letra el principio número uno de Joseph Goebbels, el propagandista nazi que es el Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

Así se las gasta el hombre que está a favor del pueblo y que es todo abrazos y no balazos, a ver cómo justifica la liberación de Ovidio Guzmán “para que no hubiera muchos muertos” contrastado con la muerte de una mujer trabajadora que apoyaba el movimiento en defensa del agua y que fue victimada por disparos de la Guardia Nacional… por la espalda.

Un ataque cobarde, en consonancia con quien dirige a las fuerzas armadas y la Guardia Nacional en su papel de comandante supremo.

Pues sí, el político, que ahora se ve descubierto como uno más del montón, que es tan deshonesto o más aún que los que él siempre critica, se ensució las manos con sangre de una chihuahuense, de una mexicana cuyo “delito” fue defender su medio lícito de ganarse la vida. Pues ella y su esposo, se dedican a la agricultura y necesitan el agua que López Obrador ordenó saquear al estado.

Y ya que se toca el tema de la ausencia de valor, “ahí te hablan Javier Corral” diría Patricio Martínez, quien en su periodo como gobernador, enfrentó al entonces presidente Ernesto Zedillo, que pretendía abrir las compuertas de las presas y que fracasó ante la defensa del agua que hizo el ex mandatario estatal.

Corral, cuyo interés primordial se centra en su antecesor, César Duarte Jáquez, además por supuesto de sus juegos de golf, de tenis, una que otra carrera pedestre (ahora suspendidas por la pandemia) se ha visto menos que tibio, apenas, y sólo después de que se registrara la muerte de una víctima a todas luces inocente, se hizo presente.

Mucho deja qué desear la actuación del gobernador chihuahuense. Para él es más importante destacar en la prensa con la reunión de gobernadores que organizó en Palacio en días pasados, que cumplir con su obligación primera, que es servir al pueblo de Chihuahua, a ése que si no la totalidad, sí la mayoría de los que ejercieron su voto, eligieron para que velara por los intereses del estado y sus habitantes.

¡Qué triste situación para los chihuahuenses! Un presidente traidor, mentiroso y que roba el agua que tanto necesita el agro estatal, y un gobernador que sólo lo es en el papel, pues no cumple su función en los hechos.

Así las cosas y.

Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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