El perverso manejo de AMLO con el agua de Chihuahua
Por CACHO
De acuerdo con información publicada por El Heraldo de Chihuahua en Delicias, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) abrió la segunda turbina de la presa Francisco I. Madero, conocida como “Las Vírgenes”, para hacer un trasvase de agua a la presa Luis L. León (El Granero) por medio del Río San Pedro, aumentando de 20 a 24 metros cúbicos por segundo la extracción del cuerpo de agua antes citado.
El ciclo agrícola primavera-verano 2020 dio inicio en marzo y concluye en septiembre; de acuerdo con datos oficiales, la presa Francisco I. Madero está al 49% de su capacidad con un volumen de 174 millones de metros cúbicos, mientras que la presa La Boquilla está al 37.3% de su capacidad. De esta última están sacando 61 metros cúbicos por segundo, para riego.
Las autoridades federales extraen agua que es necesaria aún para los campos agrícolas chihuahuenses, y partiendo de una falacia, pues dicen que es imperativo cumplir con el tratado internacional de agua suscrito con Estados Unidos en el siglo pasado, están vaciando las presas chihuahuenses.
En efecto, hay que pagar el agua comprometida en dicho acuerdo, lo que no se dice, es que por lo pronto, no existe adeudo alguno de líquido a los Estados Unidos.
Recordemos las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador:
“Agarran de bandera algunos que quieren ser diputados de los partidos (para) que no se permita que se cumpla con el compromiso de entregar el agua”, agregó: “como hay elecciones en Chihuahua ahí andan aprovechándose de la circunstancia”.
También aseveró que si no se cumple ese compromiso hay sanciones en donde salen perjudicados los mismos productores, “porque nos cierran la frontera o hay aranceles”.
Lo anterior lo dijo en una de sus tantas alocuciones mañaneras desde Palacio Nacional, allá por el 10 de junio…
Lo que oculta, es que en la actualidad no existe deuda de agua pendiente con nuestros vecinos del norte, el tratado establece entregas del líquido en periodos quinquenales y el que concluyó en 2015, no se pagó completo, pero, y ahí es donde viene la perversidad de AMLO, mintiendo descaradamente, esas deudas de agua se pagan en el ciclo siguiente.
Tan es así que el volumen adeudado a Estados Unidos al 24 de octubre del 2015 terminó de entregarse el 25 de enero del 2016, sin problemas, sin aranceles, sin amenazas y sin mentiras. Al menos, el sitio web de la embajada y consulados norteamericanos así lo publicó https://mx.usembassy.gov/es/mexico-paga-deuda-de-agua-del-rio-grande-en-su-totalidad/ titulando el boletín de la siguiente manera: “México paga deuda de agua del Río Grande en su totalidad”.
Entonces, es inexplicable que salvo el agua para riego que se extrae de La Boquilla, también estén trasvasando agua de la presa “Las Vírgenes”, los vecinos del Norte no han dicho, ni reclamado absolutamente algún adeudo de agua correspondiente al presente quinquenio, créame, si lo hubieran hecho, todos los agricultores chihuahuenses lo sabrían.
Esto nos lleva a pensar en que de una manera perversa, el Gobierno federal encabezado por López Obrador “se está desquitando” de los chihuahuenses, por alguna causa desconocida para la mayoría de los mortales que habitan el estado más grande de la República, y lo peor, ante la complacencia de un tibio gobernador, que para decir dimes y diretes, para ofender a la prensa (pese a que él jura que es periodista), jugar tenis, golf o participar en alguna carrera pedestre, sí está en primera fila.
Mucho ruido y pocas nueces con Javier Corral…
Pero el asunto del agua no es cualquier cosa, ¿Por qué se trasvasa a El Granero, si aún no concluye el ciclo agrícola sino hasta septiembre? ¿Cuál es la “urgencia” de enviar agua a EU, si ya está claro que si no se alcanza a cumplir la cuota se puede pagar en el siguiente ciclo, sin las inventadas consecuencias mencionadas por López Obrador?
Habrá que exigirle claridad al presidente por ese despojo del líquido al campo chihuahuense y exigir, con mayor fuerza aún a Corral Jurado, que vea por los intereses de Chihuahua, que, de acuerdo con su Constitución Política, es un estado libre y soberano, pero el gobernador permite que estén “trapeando” con él.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.