El Liberalismo
Por: Enrique Pallares
El liberalismo es una postura y a la vez una tradición de la filosofía política en la que se defiende el individualismo, la igualdad y la libertad. Se trata también de un programa político protagonista en el orden social en Inglaterra y en los Estados Unidos para posteriormente instalarse en el continente europeo en los siglos XIX y XX. El liberalismo logró grandes transformaciones: produjo un desarrollo económico sin precedentes en la historia del hombre. Liberó las fuerzas productivas y los medios de subsistencia se multiplicaron como por arte de magia.
Según el liberalismo, un sistema político está justificado siempre y cuando asegure algún bien al individuo. Los liberales defienden que los ciudadanos tienen deseos, necesidades e intereses que están por encima del sistema político y el fin de éste es proporcionar esos bienes que satisfagan esas necesidades e intereses del individuo. Pero también destaca el liberalismo que todos los ciudadanos deben recibir el mismo trato ante los ojos del gobierno. Para un gobierno liberal, no hay más que ciudadanos, sujetos todos a un mismo derecho, aunque con sus respectivas obligaciones. Nadie debe ser discriminado o importunado por razón de su nacionalidad, opinión, credo o color de piel.
La idea liberal no se abarca de manera completa con los escritos de los grandes fundadores de esta escuela (John Locke, I. Kant, A. Smith), porque el liberalismo, en modo alguno constituye un dogma fijo, ni una doctrina congelada. Más bien habría que verla como la aplicación a la vida social de descubrimientos científicos específicos ya que los conocimientos económicos, sociológicos y filosóficos no han dejado de progresar desde la época de Hume, Adams Smith, Bentham o Humboldt. La teoría formulada por estos autores difiere hoy en día de la que presentan autores contemporáneos, pues ninguno se ha tomado la molestia de formular de manera concisa lo es el liberalismo actual.
Suele la gente pensar que el liberalismo se distingue de otras tendencias políticas en que procura beneficiar a determinados grupos dominantes, aquellos que son los poseedores, los capitalistas y los grandes empresarios en perjuicio del resto de la población. Esta suposición es completamente errónea, la corrupción y el pillaje se da en cualquier régimen político-social. La verdad es que en los escritos del liberalismo, se ha pugnado siempre por el bien de todos. Es lo que los utilitaristas ingleses quisieron señalar con la frase “la máxima felicidad, para el mayor número posible”.
Desde el punto de vista histórico, el liberalismo fue el primer movimiento político que buscaba promover no el bienestar de grupos específicos, sino el de la comunidad en general. Quizá valga la pena volver a examinar esos ideales y hacerlos una esperanza de nueva cuenta en estas circunstancias en las que vivimos.
¿Podemos crear organismos e instituciones sólidas que velen por esos ideales? ¿Tenemos que regresar a sistemas autoritarios en donde no valgan los intereses y las necesidades individuales? ¿Acaso queremos que un gobernante no pueda ser criticado ni juzgado? o ¿queremos gobernantes que piensen que si no estamos a favor de sus pensamientos y decisiones entonces estamos contra ellos? La Patria, la Nación o la Raza son monstruos metafísicos, son convenciones, lo único real son los individuos, usted, yo, aquel.