DERECHO Y POLÍTICA

México sin mecanismos constitucionales para detener a AMLO
Por CARLA CABELLO

Durante su conferencia matutina de este martes, Andrés Manuel López Obrador consideró adelantar la revocación de mandato a la que se va a someter, para que esta no se lleve a cabo en el año 2022, sino durante el proceso electoral del 2021.
Es evidente que López Obrador ha comenzado a sentir que su popularidad ha bajado a causa de las malas decisiones de su gobierno como la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la desintegración de las estancias infantiles, el recorte de presupuesto a las entidades, pero su mayor error, es no mostrarse como un verdadero líder de Estado ante el problema tan grave que representa el Covid-19.
Por ejemplo, la encuestadora Mitofski, muestran que la primera semana de enero del año en curso, la aprobación del presidente de México era del 58.7 por ciento, sin embargo, en abril registró un 46.5 por ciento, que no es poca cosa si tomamos en cuenta que su aceptación durante el 2019 comenzó con un 80 por ciento de respaldo ciudadano.
Si bien es cierto, López Obrador ha decepcionado a una gran cantidad de personas que confiaron en él, no porque consideraran que era el mejor candidato, sino porque el PRI y el PAN gobernaron mal; el número de ciudadanos que creen en su proyecto sigue siendo alto y, al parecer en la boleta el mismo día de las elecciones, significaría darle a Morena votos por el simple hecho de ver su nombre.
Ejercer el derecho al voto y al mismo tiempo desarrollar un análisis para saber si es viable que siga o no el presidente en el poder, puede generar confusión y un resultado no deseado, tomando en cuenta que en ocasiones el sufragio se realiza con poca responsabilidad.
Llevar a cabo este ejercicio no debería ser ningún inconveniente, a mi parecer, es justo contar con un método para quitar a un mal gobernante, siempre y cuando no se violente al electorado, pero considero que México no está preparado para el desarrollo de la revocación inmerso en un proceso electoral y, menos si se toma en cuenta que es inédito en el país.
Por último, señalo que los mecanismos constitucionales que México tiene para detener los actos autoritarios, han sido embargados por el Poder Ejecutivo y esto ha ocasionado que tanto el legislativo como el judicial se vean impedidos para detener las acciones de una persona enferma de poder, lo que quiere decir que, si el presidente de México así lo desea, la revocación de mandato se llevará a cabo durante las elecciones del 2021 con un resultado desastroso.
Que mi expresión te haga pensar.

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