La operación chavista en Washington que busca esconder el fraude electoral de Evo Morales

En tiempos de desinformación, la no-verdad es tan ambiciosa que incluso pretende justificar los fraudes electorales, como el ocurrido en Bolivia el año pasado. «Es una evidencia más del monumental robo que Mesa, Áñez, Camacho y Almagro hicieron a todos los venezolanos», se ufanó Evo Morales tras hacerse público el último montaje chavista en EEUU.

El blog ‘The Monkey Cage’, alojado en la web del Washington Post, acababa de difundir un informe estadístico intranscendental encargado por el principal lobbyista de Nicolás Maduro en EEUU, Mark Weisbrot, viejo conocido en Venezuela por su relación con Hugo Chávez.

En el informe, realizado por dos técnicos formados en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), se aseguraba que estadísticamente el «apagón» de 23 horas durante el domingo electoral del 20 de octubre no habría afectado la tendencia en favor de Morales, que necesitaba superar el 10% de ventaja para evitar la segunda vuelta. En la noche del domingo, cuando se detuvo el conteo por orden oficialista, el líder aymara superaba a Carlos Mesa por sólo 7,87%.

La inmediata respuesta de laOEA fue concluyente: «El artículo no es honesto, ni está basado en hechos ni está completo. Sobre todo, no es científico. Contiene innumerables falsedades, inexactitudes y omisiones». Y, sobre todo, se centra solo en una de las múltiples irregularidades encontradas.

La organización, que dirige Luis Almagro, desvela que el artículo ignora los principales descubrimientos de sus técnicos: cambios en las hojas de recuento, falsificación de las firmas de los funcionarios electorales, la existencia de dos servidores ocultos y sin autorización donde se manipularon datos y se falsificaron las hojas de recuento, la falta de cadena de custodia y las inexplicables incoherencias en el número de votos emitido. La Unión Europea, que contó con su propio equipo, «apoyó los hallazgos de la OEA y presentó pruebas de otras irregularidades».

El objetivo es claro: justificar el fraude electoral probado por la OEA y convertirlo en un «golpe de Estado», de cara a las elecciones de mayo, donde el Movimiento Al Socialismo (MAS) pretende recuperar el poder.

Hasta el presidente de Argentina, Alberto Fernández, aliado del MAS y desde donde Evo dirige la precampaña de su partido, se hizo eco del informe firmado por dos investigadores para asegurar que «critica con singular dureza, por su inconsistencia, la auditoria realizada por la OEA. Como siempre señalé, en Bolivia se violentó el Estado de Derecho con el accionar de las Fuerzas Armadas y sectores de la oposición».

Maduro, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, el colombiano Gustavo Petro, Juan Carlos Monedero, entre otros, más los medios de propaganda bolivariano se lanzaron desde el primer minuto para apoyar la operación montada en Washington.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, en Panamá.

«Hasta donde se sabía el fraude electoral era un mecanismo político y no estadístico. Pero ahora llegan los expertos del MIT y descubren la pólvora. Y encima son tan técnicos e imparciales que comienzan su estudio hablando de golpe de Estado», advirtió Carlos Malamud, investigador de América Latina del Real Instituto Elcano.

Detrás del informe está Mark Weisbrot, director del Center for Economic and Policy Research (CEPR), una mezcla de hooligan y de asesor del chavismo desde tiempos de Chávez, que incluso acompañaba al actor Sean Penn en sus visitas al «comandante eterno». «Con Maduro se fue acercando incluso más al gobierno, en calidad de asesor. Es un economista reconocido en Estados Unidos, tanto así que Jeffrey Sachs ha escrito con él. Al menos desde 2017-2018 ha estado asesorando al gobierno, pero según entiendo no le hacen mucho caso», pormenorizó a EL MUNDO el internacionalista Mariano de Alba.

No se trata ni mucho menos del primer informe engañoso lanzado por Weisbrot, quien el año pasado, junto al propio Sachs, aseguró que 40.000 personas habían muerto por culpa de las sanciones. Un equipo de economistas venezolanos, dirigido por Ricardo Hausmann, desnudó los datos de ambos, que casualmente olvidaban la destrucción de la economía venezolana durante toda la revolución. Hoy la caída del Producto Interior Bruto (PIB) desde la llegada de Maduro al poder se acerca al 70%.

Entrevistado por EL MUNDO en 2015, Weisbrot explicó su charla previa con Pablo Iglesias, ahora vicepresidente. «Me pareció muy inteligente y pragmático», resumió el economista.

Mostrar más
Botón volver arriba