Se tiene que decir

La falacia como discurso presidencial
Por CACHO

Hace una semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en este año no habría sorpresas desagradables como aumento de impuestos, gasolinazos, en el servicio de energía eléctrica, ni en la deuda pública, qué bien, fue una noticia que a todos nos levantó el ánimo para recibir este 2020.
Lo que el mandatario olvidó mencionar, o no quiso decir, fue que ya en el presupuesto aprobado para este año se había determinado un incremento en el IEPS, (lo manejan con las siglas para disfrazar que se trata del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios) aplicado a diversos productos.
Son sujetos al IEPS diversos productos, como los combustibles (gasolinas Magna y Premium y diésel), cigarros, refrescos embotellados.
A partir del 1 de enero, Hacienda actualizó la cuota del IEPS que se paga por litro de combustible, por lo que la Magna pasó de 4.81 a 4.96, el precio de la Premium subió de 4.06 a 4.18 peos, y el diésel de 5.28 a 5.44 pesos.
Y de acuerdo con la Secretaría de Hacienda, esto no es motivo para que aumente el precio de los combustibles pues el precio de estos se basa en las referencias internacionales de los precios de la gasolina; el tipo de cambio; los costos de logística; impuestos y margen de ganancia de las gasolineras.
Sobre los dos primeros rubros no hay control en el país, pues están sujetos a variables externas, sin embargo, la Secretaría de Hacienda ya determinó el alza anteriormente citada, y campechanamente asume que los grupos gasolineros absorberán dicho impacto y no lo trasladarán al consumidor final, pues pretende que sus costos de logística mejoren y que reduzcan su margen de ganancia.
Bueno, esto último, su humilde servidor jamás lo ha visto, que sacrifiquen sus ganancias en favor del consumidor. Como muestra unos botoncitos: el transporte público, las mismas gasolineras y los supermercados bajo el pretexto del aumento de fletes.
En el caso de los cigarros, la cuota aplicable a tabacos labrados quedó en 0.4944 pesos por cigarrillo, lo que da un cobro “redondeado” pues así acostumbra siempre el comercio, a su favor por supuesto, de 10 pesos, solo de este impuesto a cada cajetilla con 20 piezas.
Mientras que en lo referente a las bebidas saborizadas, la cuota impositiva quedó establecida en 1.2616 pesos por litro a partir del pasado miércoles. Si usted es asiduo bebedor de refrescos, vaya sumándole.
Para tomar en cuenta el caso de los refrescos, se supone que dicho impuesto es destinado para la atención de enfermedades causadas por su consumo, pero… el rubro de Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, recibirá 519 millones 841 mil 453 pesos, es decir, 2.4 por ciento menos de lo que ejerció el año pasado, en el cual se le otorgaron 533 millones 31 mil 933 pesos.
Esto, a pesar de que México ocupa uno de los primeros lugares en el listado de países con mayor índice de obesidad; y es el número uno con este padecimiento en infantes, de acuerdo con datos de la Federación Mexicana de Diabetes.
Entonces, la pregunta obligada es ¿cuál es el trasfondo de estos “ajustes” al IEPS?, sencillo, la baja recaudación de IVA e ISR.
Se puede explicar llanamente: el monto ingresado a las arcas federales a través del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios tuvo un crecimiento real de 29.7 por ciento real de enero a noviembre de 2019 en comparación con el mismo periodo del 2018, que suma la nada despreciable cantidad de 421 mil 015 millones de pesos.
Mientras que los ingresos presupuestarios del sector público, a través del Impuesto al Valor Agregado (IVA), descendieron 3.7 por ciento real y sólo se recaudaron 855 mil 180.3 millones de pesos con respecto al mismo periodo de 2018, cuando se reportaron 856 mil 172.6 millones de pesos
El Impuesto Sobre la Renta (ISR) también mostró un resultado negativo al penúltimo mes de 2019, al descender 1.6 por ciento, y solo registrar ingresos por un billón 533 mil 550 millones de pesos. Recordemos que en vez de haber crecimiento del empleo, éste se ha contraído.
El IVA y el ISR “disminuyeron como resultado de la menor actividad económica”, de acuerdo con lo dado a conocer por la dependencia a cargo de Arturo Herrera Gutiérrez.
La cosa es así, “no aumentan los impuestos” visibles, pero ¿qué tal los que no se ven tanto? He ahí la falacia en el discurso de Andrés Manuel López Obrador. Pues… se tenía que decir y se dijo.
Nota del redactor: Una felicitación a www.laparadoja.com.mx por su primer aniversario, con el agradecimiento por permitirme esta modesta colaboración semanal. A los lectores les deseo un año lleno de satisfacciones y éxitos, fruto del esfuerzo, que dicho sea de paso, tendrá que ser mayor.
¡Feliz año 2020!

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