DERECHO Y POLÍTICA

Sin calidad moral Rosario Piedra para ocupar la CNDH
Por: CARLA CABELLO

La Comisión Nacional de Derechos Humanos es una instancia independiente, que se encarga de investigar hechos que pueden ser violaciones de autoridad, promueve soluciones y emite reproches por el mal comportamiento de los entes gubernamentales.
Por ello, estoy convencida de que la CNDH no debe conocer de ideologías, partidos o afiliaciones a alguna fuerza política, todo lo contrario; su trabajo debe ser el velar y proteger los derechos fundamentales de cualquier individuo, sólo por el simple hecho de ser persona, al igual que luchar por la justicia, la verdad y la reparación del daño.
Hago todo este preámbulo porque me parece que quien encabece la titularidad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, debe contar con credibilidad para conducirse hacia una autoridad, y en su caso emitir alguna recomendación, y que ésta la acate porque quien la emite, cuenta con calidad moral para hacerlo.
Y es que hace unos días fue electa la nueva titular de la CNDH, María del Rosario Piedra Ibarra, sin embargo, su nombramiento propició un mal sabor de boca al país, dejando entrever que fue una elección fraudulenta y amañada por parte de algunos senadores de la República, ahí se pudo observar una manipulación de votos por parte de Morena, situación que me parece muy grave.
Otra de las violaciones a la ley que observo, es que Rosario Piedra mintió para obtener el cargo, pues declaró bajo protesta a decir verdad de que no estaba afiliada a ningún partido político en el año anterior a su designación, cuando los datos proporcionados por el Instituto Nacional Electoral muestran que hasta hace muy poco seguía siendo consejera de ese partido político.
Una persona que miente para obtener el cargo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, no tiene calidad moral para hacer lo que la ley la faculta, ya que las recomendaciones que pueda llegar a emitir este organismo no son obligatorias, a menos de que sean aceptadas por la autoridad correspondiente, pero debo decir que lo que obliga a los gobernantes a acatarlas, es precisamente la calidad moral.
Me pregunto ¿cómo Rosario Piedra va a cuestionar la legalidad de los actos de autoridad, si fue ella quien violó la ley de origen? ¿qué legitimidad puede llegar a tener para ejercitar sus funciones?
Lo único que aprecio es que mientras esté Rosario Piedra en la CNDH, el organismo no contará con armas para hacer cumplir a la autoridad esas violaciones detectadas.
Ahora sólo queda esperar para saber cuál es el resultado de los mecanismos que interpusieron los senadores del PAN, poder quitarla del cargo, y hacer de nuevo una elección.
Que mi expresión te haga pensar.

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