Personal de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coespris), destruyó 3.6 toneladas de queso contaminado y 1.6 toneladas de productos nocivos para la salud, que fueron decomisados en distintas negociaciones.
En acto realizado en el relleno sanitario de la ciudad de Chihuahua, la autoridad dio fe de la destrucción de los productos con la presencia de personal verificador de la Gerencia de Operación Sanitaria, Gerencia de Dictamen, Coordinación General y área Jurídica.
Previo a su eliminación, de cada producto se tomaron muestras para su análisis de etiqueta que posteriormente fueron destruidas, con lo que especialistas concluyeron que debían salir del mercado.
En el caso del producto lácteo, para su proceso de producción no se aplicaron las debidas prácticas de higiene, con que se debe garantizar su inocuidad para evitar enfermedades, ya sea de tipo zoonoticas como la brucella o padecimientos gastrointestinales causados por bacterias como salmonella, staphylococcus aureus, listeria monocytógenes o E. coli.
Además se destruyeron 1,545 piezas de diversos productos naturistas, desde suplementos alimenticios, productos “milagro” en polvo, líquido y capsulas, con un valor aproximado a 123 mil 600 pesos, que no tenían un registro herbolario, contenían sustancias prohibidas estaban sin fecha de caducidad o número de lote.
Tampoco contaban con un etiquetado que especifique su contenido, ni el empaque o envasado correcto. Los alimentos no perecederos eran de origen chino y no contenían una contra etiqueta en español.
Se aseguró también 24 piezas de insumos para la salud en tabletas e inyectables, como esteroides y derivados de hormonas con valor de cerca de 12 mil pesos, 3 mil 560 piezas de productos naturistas y cosméticos en aceite, ungüentos, jabones y perfumes, con un valor de 278 mil 500 pesos.
Los insumos no contaban con permiso de importación, registro sanitario, ni las condiciones de conservación adecuada. Tampoco citaban en su etiquetado sus propiedades terapéuticas y contenían imágenes alusivas no permitidas.
Entre lo destruido había 41 cajetillas de cigarros de procedencia extranjera, 83 alimentos no perecederos, 520 litros de alcohol para consumo humano en presentación de 20, 64 y 5 litros con un valor de 43 mil 200 pesos y otros 9.6 litros de alcohol de 96 grados, para uso hospitalario.
El alcohol incumplía con el etiquetado correcto, no tenía permisos de importación y no se especificaba su contenido y envasado. En el caso de los cigarros, su empaque no tenía impresos los pictogramas para advertir sobre los riesgos de su consumo.