Por 36 años, Federico Flores Mata “El Champion”, reconocido también como “Mi General”, por su vestimenta revolucionaria alusiva a Francisco Villa, fue junto a su grupo cercano, el animador de los juegos de béisbol y basquetbol de equipos de la Universidad Autónoma de Chihuahua y del representativo de Dorados.
En el año 1966 fue creado el equipo de la UACH, al que al poco tiempo se integró como porrista. Iniciaba su recorrido en la animación de los partidos y años después fue reconocido a nivel estatal y nacional, por su show en las gradas.
Recordó que el inicio del representativo universitario fue complicado; los malos resultados eran comunes, pero la disciplina y la constancia de esa generación fueron vital para que en 1968 se obtuviera el primer Campeonato de la Liga Estatal de aquella época. El trofeo aún es exhibido en las vitrinas del Salón de la Fama del gimnasio Manuel Bernardo Aguirre.
“De ese año siguieron muchos más campeonatos que se sumaron a los del basquetbol, que también contaba con jugadores fuera de serie como Raúl Palma, Oscar Asiáin, Jesús García, “Chino” Wong, “Tarzán” Guerrero”, era también un equipazo.
Durante todos los años como porrista hubo grandes anécdotas y emociones que don Federico Flores tuvo en las gradas de los estadios en los que se presentaba a animar a los espectadores, pero una de las que más lo marcó fue cuando un ampáyer detuvo el juego para ver el show en las gradas.
“Eso no se hace, nunca se ha visto que un árbitro pida tiempo para voltear a ver el espectáculo en las gradas, pero eso provocamos con la alegría que había en los aficionados del béisbol en un partido entre Chihuahua y Ojinaga”.
Otro recuerdo que contó con emoción fue que, durante un juego contra Parral; la pasión entre los dos equipos es histórica y en uno de los partidos, “El Champion” llegó con su atuendo de Villa; frente a mucha gente, uno de los aficionados le dijo que ahí mataban a los generales: “no me dio miedo, simplemente le dije que yo andaba de a mentiritas y eso provocó risa entre la gente de Chihuahua y me gané varias mentadas de los de Parral”.
Explicó que su gran satisfacción fue alentar en el campo de béisbol, escuchar y estremecerse con gritos, aplausos y chiflidos de los asistentes, “siempre lo hicimos gratis, por amor al deporte y para que las familias disfrutaran de lo que hacíamos”.
Aunque se retiró desde el año 2002, cada vez que puede sigue asistiendo a algunos partidos para animar a las nuevas generaciones de jugadores para dar lo mejor por los equipos de la Universidad y de Chihuahua.
Actualmente es el encargado del Salón de la Fama que se ubica en el gimnasio Manuel Bernardo Aguirre y que es administrado por el Instituto Chihuahuense del Deporte.
Desde el año 2006 es quien resguarda trofeos, reconocimientos y fotografías de los grandes deportistas chihuahuenses, pero también es quien se encarga de narrar los detalles a quienes acuden a conocer parte de la historia del deporte de Chihuahua.