POR LOS RINCONES DE LA HISTORIA

Santa Anna firmó el 14 de mayo de 1836, el Tratado de Velasco

 

Se cuenta que desde el logro de la Independencia de México, comenzaron a llegar muchos estadounidenses a lo que hoy es Texas, en base al permiso otorgado por el gobierno de México. Se refiere que primero fueron más de 300 familias, procedentes de Missouri, con lo que se crearon muchos problemas a nuestro país. Ya en tiempos virreinales, el gobierno de Estados Unidos había puesto sus ojos en nuestro territorio, de acuerdo a su tradicional política expansionista.
Se vivían muchos problemas en México de carácter económico, político, religioso, a raíz de la pasada guerra de independencia, y en tal situación era sumamente difícil destinar recursos para resolver los problemas de las regiones más alejadas de la capital. En estas circunstancias, no podían atenderse en forma alguna las necesidades más apremiantes de los colonos de Texas, quienes empezaron a organizarse para exigir el apoyo del gobierno.
Al permitirles ocupar las tierras, se les habían puesto lógicamente varias condiciones a los colonos, entre ellas observar la religión católica como único credo religioso, así como las leyes de la nación. Llegó el momento en que no le quedó otro remedio al gobierno de Antonio López de Santa Anna, que enfrentar la rebeldía de los texanos, y en tal evento se presentaron varios combates entre ambos bandos. Los rebeldes fueron apoyados ampliamente por el gobierno de Estados Unidos, con un claro propósito anexionista.
El 23 de febrero de 1836, comenzó el ataque de Santa Anna a los texanos en San Antonio de Béjar, en el punto conocido como El Álamo, culminando el 6 de marzo con la victoria mexicana. Sin embargo, los vencidos cobraron venganza el 21 de abril, en lo que se conoce como la batalla de San Jacinto. Se afirma que los norteamericanos agarraron dormidos en la tarde a los mexicanos, con el consiguiente resultado a su favor. Entonces Antonio López de Santa Anna fue hecho prisionero, a la vez que con gran parte de la tropa.


No tuvo más remedio el general derrotado, que aceptar las condiciones del Tratado de Velasco, el cual se firmó el 14 de mayo de 1836. En el documento se establecía que Texas era independiente y a cambio de lo cual, Santa Anna, que estaba en calidad de prisionero, alcanzaba su libertad.
El 2 de marzo anterior, los representantes de los pobladores de Texas, habían declarado su independencia. En la exposición de motivos, se hacía hincapié en el abandono que se tenía a los habitantes de Texas, y que nunca se les atendía en sus más mínimos reclamos. También exponían que se les había impuesto una religión por la fuerza, en base a la complicidad existente entre el ejército y la Iglesia.


Cuando regresó López de Santa Anna a México, el gobierno no aceptó el tratado que había hecho, recrudeciéndose aún más las relaciones entre ambos países, lo que desencadenaría en pocos años la invasión de Estados Unidos, para apropiarse de Texas y más de la mitad del territorio de la república mexicana.

Mostrar más
Botón volver arriba