POR LOS RINCONES DE LA HISTORIA

5 DE FEBRERO DE 1917: DISEÑO DE UN MÉXICO MODERNO

Había que reformar la constitución para responder a los requerimientos de la actualidad, y en esa exigencia histórica Venustiano Carranza convocó a un congreso constituyente en diciembre de 1916. En lo personal fue su gran jugada, lo que vino a justificar su paso en el movimiento social que iniciara Francisco I Madero en 1910.

De lo contrario, su participación habría sido sólo fundamentalmente la manifestación de intereses personales, en los que puso de por medio su sagacidad y su ambición más desmedida. Hizo mancuerna con Álvaro Obregón, para mantener a raya a Francisco Villa, después de que éste venció a la dictadura de Victoriano Huerta en 1914. Entonces vio Carranza crecer la figura de Villa, quien con su División del Norte, derrotó a Huerta en la batalla de Zacatecas el 23 de junio de 1914. Se abrieron las puertas del poder para el Centauro, y ya en amplio desacuerdo éste con Carranza, se presentaron negros nubarrones en la vida nacional. Ya el movimiento social no tenía para cuándo acabar.

Primero Manuel M. Diéguez derrotó a la División del Norte en 1915, y luego, Obregón hizo lo mismo en la Batalla de Celaya el mismo año. Dueño de la situación, Carranza se las ingenió para darle toda la legalidad a su lucha, para lo cual convocó a la reforma de la Constitución de 1857, y el 5 de febrero de 1917 promulgó la Carta Magna que al presente rige el destino del país. En Querétaro se hizo el documento, el que además de la reforma en algunos puntos sustanciales del anterior documento, venía a enderezar el rumbo de las instituciones del país.

La forma de gobierno seguía siendo republicana, representativa y federal, y además se sentaba la libertad de expresión y de reunión, cuestiones que fortalecían al Estado mexicano. Se subrayaba el sentido laico de la educación, además de su carácter gratuito. Y otra cosa muy trascendente. era el establecimiento de la jornada máxima de 8 horas de trabajo.

Se pasaba esencialmente a garantizar las garantías sociales, cosa que con el tiempo ha ido impregnando la vida nacional, aún a costa de muchos debates y enemigos de la democracia.  Recordemos cómo la Constitución de 1857 fue impugnada por los grupos conservadores y el clero católico, y con ese rechazo se dio pie a la guerra de los Tres años o Guerra de Reforma, en base al Plan de Tacubaya que lanzó Félix María Zuloaga. En 1917 habían cicatrizado viejos rencores, lo que facilitó la vigencia de la Constitución, sin descartar a los afectados con la misma, que opusieron por tal concepto resistencia.

El 5 de febrero es una fecha grande de nuestra historia, porque es la señal del camino que tenemos que recorrer. Hagamos un buen viaje.

Mostrar más
Botón volver arriba